Grupos

Los Morente después de Morente

Estrella y Soleá, que forma banda con Los Evangelistas, presentan sus proyectos musicales en los Veranos de la Villa

Estrella Morente, junto a la foto de su padre. Debajo, Soleá con Los Evangelistas
Estrella Morente, junto a la foto de su padre. Debajo, Soleá con Los Evangelistaslarazon

Enrique les enseñó una cosa a sus hijos. A ser libres. Y por honrarle, desde sus raíces, Estrella y Soleá, sus hijas, son libérrimas. Pero era inevitable que se hicieran cantaoras, aunque buscando su camino, como les enseñó el maestro Morente. Los Veranos de la Villa de Madrid acogen las aventuras musicales de cada una: la mayor, Estrella, por primera vez después de publicar «Autorretrato» (un disco que ideó su padre y escribió ella) y que presenta en solitario; y la pequeña, Soleá, junto a Los Evangelistas, un grupo que componen Antonio Arias (Lagartija Nick), Jota, Erik Jiménez y Florent (Los Planetas), todos ilustrísimos granadinos, para llevar las canciones del maestro a otros terrenos y explorar los caminos que él abrió en aquella obra maestra que es «Omega» (1996).

Estrella: «Es fundamental para mí esta unión artística, personal y casi espiritual que tenía con mi padre. Últimamente cantábamos. Era como si nos leyésemos las mentes. Respiraba ya casi por él», cuenta. Con la herida más abierta por la ausencia del padre, el año pasado puso en pie a los Jardines de Sabatini. «Cuando a uno lo llaman a repetir en un sitio porque lo han pasado bien, no tiene que ir disfrazado de nada, puede ir con el mismo vaquero. Tengo que avisar que no voy a darle la vuelta a todo. Voy a llegar fuerte y preparada para que Madrid me vuelva a abrazar. Habrá sorpresas, pero es menester no prometerlas; eso sí, me voy a dejar el alma», asegura.

«Soleá es Houddini»

A Soleá, su compañero de grupo Antonio Arias la define como «Houdini, es el escapismo, es la liberación», dice sobre el proyecto que comparten, Los Evangelistas, un grupo nacido para predicar la palabra y el cante morentianos. «Uno no sabe de dónde nace esto. es una trayectoria infinita que surge del infinito que es "Omega". En nuestros corazones siempre estará la extensión de ese estudio morentiano, de una manera de estudiar la música. En el momento de grabar, queríamos sentirnos diferentes siendo los mismos a través de esta experiencia», dice Arias con un punto de misticismo. Soleá lo pone en plata: «Partimos de otro estado de ánimo, saliendo del duelo, de la pesadilla de la ausencia que sigue presente, pero aceptándolo y tratando de liberarnos», explica. El primer trabajo de Los Evangelistas sonaba a una «misa sónica» y éste «es una apuesta que les puede gustar a los seguidores de My Bloody Valentine», comenta Arias.

Igual que Estrella, que también se ha acercado a otros estilos: «Es un sello de identidad, una manera de ser. Desde niña, desde que tenía 7 años, lo más importante ha sido aprender. Ser cantaora es ser músico y eso significa ser libre. Desde el cariño, el respeto y la humildad». «Mi padre era un mundo lleno de colores y de caminos, y si los tres hijos no hubiéramos sacado nada de eso, sería para colgarnos», añade Estrella, que prefiere la sobriedad en el escenario: «''Cortito y flamenco, que por la boca muere el pez'', decía mi padre». Soleá no se ve como cantaora: «No. Tendría que haber empezado a aprender hace muchos años, y, en vez de eso, estudié Filología Hispánica. Yo aporto mi raíz, y es que el cuerpo me pide a veces una seguiriya». Arias fue piedra angular del «Omega». Resulta irónico que sea su camino más de 20 años después. «Pelearte contra el destino... Dios me dijo: "¿Te gusta Morente?"Y yo le contesté que sí. Con ningún músico en este país he podido conectar como con Enrique. Y aparte de él, salvo Jota, ningún músico en este país ha tenido el menor interés de asimilar el flamenco para su tiempo».

Y FALTA JOSÉ ENRIQUE

Atención, porque la saga no tiene fin. El talento también corre por las venas de José Enrique Morente (al que llaman Enrique en casa), como demostró en Suma Flamenca de este año, cuando salió al escenario y cantó y tocó a la vez para sorpresa de los asistentes, entre ellos, la familia Carbonell y la propia Soleá. Estrella: «Me sacó una gran sonrisa. Mi padre lo ponía a que tocase a diario porque tiene unas facultades especiales. Luego le dio por el cante. Hay cantaores grandes y guitarristas que han cantado, pero que lo hayan realizado en vivo al mismo tiempo no lo ha hecho nadie, ni Mairena, ni Caracol, ni Camarón... Es algo muy especial».

- Cuándo: Estrella Morente, 8 de julio /Soleá y Evangelistas. Hoy.

- Dónde: Jardines de Sabatini / Teatro Circo Price.

- Cuánto: 25 / 18 euros.