Mayores Clece
Estancias temporales: un respiro para cuidadores
Las residencias son un eslabón fundamental en la cadena de cuidados, también para aliviar la carga de los cuidadores en momentos puntuales
Para mantener el cuidado de las personas mayores y/ o dependientes y prestar apoyo a sus cuidadores habituales, Clece ofrece estancias temporales en sus residencias. Se trata de un servicio diferencial y totalmente a medida para aliviar la carga de los cuidadores, que pueden confiar en que su ser querido se queda en las mejores manos.
El rol del cuidador
Junto a alguien que necesita cuidados, ya sea por la edad o por ser dependiente, siempre hay una persona… Una gran persona: su cuidador o cuidadora. Con frecuencia, este rol tan importante e imprescindible lo asume alguien cercano que no tiene más remedio que aprender a atender a quien necesita de su ayuda. El cuidador se ocupa de todo: higiene personal, cuidados del hogar, administración de medicinas si fuera necesario y, sobre todo, acompañar.
Cada experiencia es única, y aunque cuidar es una tarea realmente bonita, también puede llegar a ser muy dura. La dedicación es muchas veces exclusiva y, por supuesto, no hay descansos cuando se trata de asistir a una persona mayor o dependiente. La persona que asume el papel de cuidador ve cómo su vida se ve afectada a diferentes niveles, como, por ejemplo, el uso de su tiempo libre. Es habitual que los cuidadores sufran cuadros de estrés y agotamiento, tanto físico como mental.
Los expertos recomiendan entender los cuidados como un trabajo que también necesita sus descansos, su espacio para coger aire y su tiempo libre.
Un cambio de aires con total confianza
Precisamente para dar un respiro a los cuidadores, Clece ofrece la opción de las estancias temporales. El concepto de residencia ha evolucionado mucho en los últimos años precisamente para ofrecer un servicio acorde a la nueva realidad.
Tradicionalmente se conoce a las residencias como un lugar donde la persona mayor o dependiente puede vivir de manera permanente y recibir los cuidados necesarios. Sin embargo, es posible que muchas familias prefieran optar por un modelo híbrido que les permita combinar las estancias de la persona mayor o dependiente en la residencia y en su casa o que simplemente busquen un lugar seguro y de confianza en el que pueda pasar una temporada durante sus vacaciones. Gracias a este servicio, se quedan en las mejores manos mientras su cuidador habitual se toma unos días de merecido descanso.
Estancias a medida para residentes
Las estancias temporales son habituales en la temporada de verano, cuando la familia o el cuidador se marchan de vacaciones, pero son estancias totalmente personalizadas disponibles en cualquier época del año, por el tiempo que haga falta. En estas estancias, el usuario - en este caso, temporal - tiene acceso a todos los servicios habituales de la residencia: atención totalmente personalizada, atención psicológica y sanitaria, participación en actividades de ocio y de rehabilitación, etc.
Lucía Sáenz Gil, trabajadora social de la Residencia León Trucíos en Vizcaya nos cuenta que la adaptación de los residentes es especialmente buena durante los meses de verano, ya que pueden disfrutar de muchas actividades al aire libre. “Hay residentes que repiten cada verano 15 días y hasta 2 meses… Estar aquí con gente haciendo actividades es muy estimulante para ellos - comenta Sáenz Gil -. A veces estar en casa o ver solo a su cuidador les genera sensación de soledad. En las residencias esto no pasa. Aunque cada residente tiene sus propias circunstancias, a nivel de estado de ánimo en general lo llevan mejor”. En el caso de esta residencia, no solo es posible acordar estancias temporales en verano o durante otros periodos vacacionales. También hay residentes que se alojan allí los fines de semana o que optan por el servicio de centro de día y luego pernoctan en su casa, junto a su familia.
Una amable toma de contacto
Este tipo de estancias, además de estimular al usuario, también pueden servir de ensayo para comprobar la adaptación del mismo de cara a una estancia permanente. Sandra Menéndez, directora de la Residencia La Estrella en Logroño, explica que con una estancia de un mes ya se puede ver cómo se adaptaría esa persona a las dinámicas de la residencia. “Las personas mayores que no son dependientes suelen tener una buena predisposición, ya que quizá no tienen demasiadas relaciones sociales y aquí las potencian gracias a las actividades - explica Menéndez -. Las que tienen dependencia no suelen notar demasiado el cambio.” No hay que olvidar que las residencias de Clece cuentan con un personal multidisciplinar para todos sus residentes, sean temporales o permanentes.
Natividad Torres Salazar, directora de la Residencia CleceVitam Pardo Bazán Vigo coincide en que las estancias temporales son una buena herramienta para conocer de primera mano la residencia, pero señala que, en según qué casos - por ejemplo, enfermos de Alzheimer - es preferible optar por estancias superiores a una semana para que el residente no se desoriente. “Quien viene a pasar una temporada entra en las dinámicas y de cara a hacer un seguimiento también es más beneficioso que se quede más días con nosotras”, añade.
✕
Accede a tu cuenta para comentar