“¿Sabe cómo se refieren los billonarios del mundo a los políticos que nos mandan? Les llaman payasos”

¿Cuándo empezó a pensar en este “Apocalipsis 2021″ que ahora pre senta?

Este es un libro que se empezó a fraguar en 1991. En ese año, justo antes de afrontar una operación de cáncer de mama, me encontré con Jesús de Nazaret. A partir de ahí, mi vida cambió. Lo que había sido una carrera vertiginosa de lujos y éxitos se transformó en una necesidad de ayudar al que menos tiene. Pero no fue hasta años después cuando me decidí a ordenar todos los mensajes que me iba transmitiendo Jesucristo.

¿Y qué sucedió para que así fuera? Cuando en 2013 el Espíritu Santo eligió al Papa Francisco para liderar la Iglesia supe que mi obligación era plasmar esas ideas en un libro. Al escucharle decir las mismas cosas que yo pensaba, tuve claro que era el momento.

En “Apocalipsis 2021″ usted defiende que el mundo, tal y como lo cono cemos, va a desaparecer.

En dos o tres años se puede acabar este basurero en el que hemos convertido el mundo. Es imperdonable que tengamos el planeta como lo tenemos; con una hambruna que cada día que pasa afecta a más personas en el mundo, con un calentamiento global que amenaza con destruirlo y con una emigración que provoca que la gente muera en medio del mar.

¿Y cómo ha afectado en todo ello la pandemia?

Ha sido un aviso de que el mundo desaparece. Y vendrán más, seguro. Nunca se me olvidarán las aguas cristalinas de los canales de Venecia cuando estábamos todos confinados. Nosotros estábamos encerrados y la naturaleza brillaba en todo su esplendor. Nos hemos creído todopoderosos y ni un pelo de nuestro cabello se mueve sin que Dios lo consienta.

¿Quiénes son los responsables de haber llegado a esta situación tan dramática?

Los mediocres políticos que tenemos. No se salva ni uno. Todos son iguales. Solo hay que ver Estados Unidos, que se está tambaleando. La corrupción rampante campa a sus anchas. Se creen por encima del bien y del mal, aunque le contaré algo.

Diga, diga.

Por mi experiencia como empresaria he tenido, y sigo teniendo, relación estrecha con algunas de las personas que más dinero tienen en el mundo.

¿Sabe cómo se refieren muchos de ellos a los políticos? Como payasos. Los políticos creen que dominan el mundo, pero quienes lo mueven son los dueños de las principales compañías del planeta.

Oiga, ¿y qué podemos hacer para evitar esa moderna versión del bíblico Apocalipsis que nos acecha?

Es muy fácil: pedir perdón a Dios por lo mal que lo estamos haciendo.

Pero con eso ni solucionamos la hambruna, ni acabamos con el calentamiento global, ni ordenamos la emigración.

Por supuesto que no. Para ello lo que propongo es la creación de un fondo global en el que participen los principales billonarios del mundo.

Pero ellos ya colaboran con sus fundaciones y sus millonarias dona ciones.

Soy muy consciente de ello. Pero esas ayudas están desorganizadas y son como poner parches en heridas que nunca cicatrizan.

¿Y en qué se diferencian esas fundaciones del fondo que usted propone?

En que el líder de ese fondo sería el Papa Francisco, la única persona intachable, decente y humilde del mundo. Él es la raíz del árbol y las más de 1.000 misiones que tiene la Iglesia dispersas por el mundo son las raíces. Estoy desesperada para que se pongan las mentes más inteligentes del planeta a trabajar en ello, porque estoy convencida de que así la bonanza va a llegar.

Una vida de película para una mujer que no sabe cuándo nació

María Teresa Hernández Ballesteros no sabe el año en el que nació. Así como suena. En su DNI pone 1937; en su pasaporte estadounidense, 1944. Sí que sabe que vio sus primeras luces en Rollán, un pequeño pueblo de Salamanca, y que la miseria extrema y la vergüenza profunda fueron sus primeras compañeras de viaje. Nunca conoció a su padre y siempre fue una apestada.

Pero su objetiva belleza física, la infatigable vocación de trabajo que aún hoy mantiene y un exacerbado talento para los negocios basado en la estrategia y la lógica, la llevaron al triunfo rotundo en el mundo del espectáculo. Primero en España y, después en América, donde la bautizaron como Mayté.

Nombres como los de Adolfo Suárez, Miguel Bosé, Cantinflas, Alfonso de Borbón, Omar Torrijos, Richard Nixon o Farah Diva aparecían ya en “La condesa se confiesa”, su polémico libro de memorias publicado en 2015. A partir de 1991, cuando la imagen de Jesucristo se la apareció justo antes de someterse a una operación a vida o muerte, su existencia cambió para siempre. Desde aquel momento, en su cabeza comenzaron a gestarse las ideas del rompedor “Apocalipsis 2021″, que presenta este jueves en Madrid.