Pocas terrazas en los tejados de Roma ofrecen un escenario más evocador que el Palacio Manfredi, con vistas a un antiguo campo de entrenamiento de gladiadores y al anfiteatro más famoso del mundo.

Esto significa que el desayuno, el almuerzo y la cena en el restaurante “Aroma” del último piso es espectacular, sobre todo por sus Estrellas Michelin. Además, si lo acompañas por la noche tomando algún cóctel en su terraza habrás alcanzado el paraíso de Roma.

La histórica arena romana, conocida como Ludus Magnus, está unida al Palacio por un pasadizo subterráneo secreto por el que los gladiadores entraban en el Coliseo, listos para la batalla. Los restos del antiguo pasadizo pueden ser vistos en el sótano del hotel.

Miembro de Relais & Chateaux, el hotel empezó a funcionar a principios del siglo XVII como la villa de la familia Evagelisit, diseñada por el arquitecto Giovanni Battista Mola. En 1748, fue completamente reconstruida, convirtiéndose en una cabaña de caza para la noble familia Guidi. El Conde Goffredo Manfredi, uno de los principales empresarios y magnates de la construcción de Italia, entonces entró en escena, compró la villa en 2002 y abrió el "Hotel Gladiatori".

Las principales renovaciones tuvieron lugar en 2009 cuando recibió una calificación de cinco estrellas y ahora la propiedad de cinco pisos y 36 habitaciones rebautizada como boutique, forma parte de la Colección de Hoteles Finos Manfredi, un grupo propiedad de los Condes Goffredo y Leonardo Manfredi que incluye el complejo Punta Tragara en Capri y cinco apartamentos de alquiler de lujo en Roma.

La entrada al paraíso

El vestíbulo íntimo, a un paso o dos de la Via Labicana, da paso a un elegante candelabro de cristal de Murano negro, frente a un impresionante mapa mural enmarcado de la antigua Roma, bajo el cual se encuentra un alargado sofá de cuero sobre un liso suelo de mármol de varios tonos.

El estilo general del hotel es una mezcla de lo clásico y lo contemporáneo, con muebles modernos e iluminación de diseñadores como Ingo Maurer que complementan elegantes antigüedades, incluyendo pinturas del siglo XVI.

A la derecha hay un pequeño mostrador de recepción y a la izquierda una acogedora sala de descanso alfombrada y de techo alto, con estanterías llenas de libros que van desde una pesada historia pictórica de Miguel Ángel, hasta una sobre la mafia.

El mobiliario aquí incluye cómodos sillones y un sofá con las caras de los Beatles resplandeciendo en su cubierta bordada. En la pared opuesta hay un retrato enmarcado, el rostro más serio del Conde Goffredo.

El Coliseo de Roma a tus pies

Las habitaciones, todas suites de lujo, son de estilo contemporáneo, con varios tonos de gris. Ofrecen vistas del Coliseo, que una vez albergó la arena de gladiadores establecida alrededor del año 90 d.C. y cuentan con elementos icónicos italianos como mesas con tapa de mármol, un espejo gigante de pared circular y zócalos de mármol moteado a lo largo de los pisos y parquet con alfombras superpuestas.

Los baños tienen duchas separadas y una bañera con un cómodo reposacabezas. Los artículos de tocador son de Acqua Di Parma. Algunas habitaciones dan al Colle Oppio, un parque popular entre los corredores que contiene los restos de la Domus Aurea, la extravagante villa de tres pisos del emperador Nerón.

Bocatto di cardinale

El restaurante "Aroma" de la azotea cuenta con una estrella Michelin bajo la dirección del chef Giuseppe Di Iorio. El Chef favorece un estilo de cocina mediterránea ligera y moderna con mariscos frescos, pasta casera y una variedad de panes horneados diariamente en la casa.

En cuanto a las instalaciones deportivas, el hotel carece de spa pero se pueden reservar masajes en las habitaciones y hay mini gimnasios en cada suite con equipos Technogym.