Canfranc

La monumental estación de tren que se convertirá en hotel de lujo

La cadena hostelera Barceló abrirá dentro de un año un establecimiento exclusivo en la antigua estación oscense de Canfranc.

El sueño de unir España con Francia por tren a través de los Pirineos tuvo su punto de inflexión en 1915 cuando se inauguró el primer túnel entre ambos países. Se necesitaba construir una gran estación de ferrocarril en territorio nacional y se eligió la localidad limítrofe de Canfranc para levantarla, en un proyecto que comenzó en 1923 y concluyó el 18 de julio de 1928 con la inauguración oficial, que contó con la presencia del rey Alfonso XIII y del presidente de la República Francesa Gaston Doumergue.

La estación internacional de Canfranc, de espectaculares dimensiones y con infraestructuras férreas de todos los colores, se convirtió en el espacio ferroviario más relevante de España y, después de la estación de Leipzig, el segundo más relevante de toda Europa en el primer tercio del pasado siglo XX.

Después de décadas de mucha menos actividad y cerca del abandono, la estación de Canfranc fue declarada Bien de Interés Cultural y está catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002. Su penúltima noticia de actualidad data del pasado 15 de abril cuando se inauguró la nueva estación de viajeros, rehabilitando parcialmente dos antiguos hangares de mercancías.

Sin embargo, el cuerpo central de la estación internacional de Canfranc será transformado en un hotel de lujo, que la empresa hostelera Barceló comenzará a explotar desde el próximo invierno.

Según Juan Manuel Gordillo, subdirector General de Construcciones y Desarrollo de Barceló Hotel Group, “el hotel se ubica en un edificio único en su género, por lo que el proyecto de interiorismo tratará de potenciar la gran historia de esta estación de principio del siglo XX a la vez que diseñamos un hotel de 5 estrellas Gran Lujo con los estándares de la marca Royal Hideaway Hotels”.

Barceló ha decidido que su departamento de lujo, Royal Hideaway Luxury Hotels, sea el encargado de llevar a cabo este ambicioso proyecto que se compromete a respetar la estructura de un edificio protegido como la estación de Canfranc.

El futuro hotel de lujo constará de 104 habitaciones con la recepción situada en el espectacular vestíbulo original de la estación y con una planta baja que estará destinada a la zona wellness del establecimiento, con piscina climatizada, biblioteca y el restaurante principal del hotel.