Yates de lujo
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es un yate que vuela
El diseñador Pier Paolo Lazzarini ha presentado el Air Yacht, basado en los históricos zepelines y con todas las comodidades de las embarcaciones de lujo, pero por el aire.
A principios del siglo pasado, unas extraordinarias naves comenzaron a surcar los cielos de todo el mundo desarrollado. Inspirados por el talento creativo y científico del inventor cántabro Leonardo Torres Quevedo, los dirigibles se instauraron como vehículos preparados para el transporte y también para influir en conflictos bélicos, como bien quedó demostrado durante la salvaje I Guerra Mundial.
La versión alemana, el popularísimo Zeppelin, fue capaz de realizar 600 viajes, sobrevolando el Atlántico durante más de un centenar de ocasiones y se llegó a establecer como una línea regular de carga y correo con Sudamérica. Sin embargo, un terrible accidente ocurrido el 6 de mayo de 1937 en Nueva Jersey que dejó 37 víctimas mortales, acabó con su prestigio y, al momento, desapareció de los cielos, recuperándose en los últimos tiempos, únicamente con funciones publicitarias.
El estudio del diseñador italiano Pier Paolo Lazzarini ha retomado el majestuoso funcionamiento de los dirigibles de hace casi cien años para dar rienda suelta a su imaginar y proyectar el Air Yacht, un invento revolucionario que significará llevar a los cielos todas las comodidades propias de un yate de auténtico lujo.
Este increíble yate volador estará compuesto por dos dirigibles de 150 metros, con cuatro hélices eléctricas alimentadas por energía solar y conectados a un casco central de 80 metros de eslora. “Con el Air Yacht hay una forma de navegar por el cielo sin emisiones que dañen el futuro”, señalaron desde Lazzarini, a la que vez que descartaron el queroseno habitual de las aeronaves para apostar claramente por “una “opción más ecológica”.
Según los cálculos avanzados por el estudio de diseño italiano, el Air Yacht, que tendría una estructura de panal de abejas fabricada con fibra de carbono capaces de alojar 400.000 metros cúbicos de helio comprimido, podría mantenerse en el aire durante más de 48 horas y volar a un máximo 100 kilómetros por hora gracias a ocho rotores eléctricos.
Hasta 22 personas distribuidas en 11 cabinas podrían alojarse en este superyate al que solo le falta que algún billonario de esos en los que todos podemos pensar se encaprichen con el proyecto para que pueda llevarse a cabo finalmente.
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