Richard Gere y su tercera esposa, la coruñesa Alejandra Silva, han decidido cambiar de residencia. Parece que la increíble mansión en la que llevan residiendo desde que se conocieron se les queda demasiado grande y se han desplazado a una más pequeña. La primera está en situada en el número 81 de Lyndel Road, una calle del pintoresco pueblo de Pound Ridge, mientras que la segunda aparece ubicada en la vecina localidad de North Salem. Ambos municipios están a poco más de una hora en coche de Nueva York.

Este movimiento inmobiliario ha provocado que la mansión original esté a la venta. El precio: 25 millones de euros. Y, sin duda, es un importe ajustado ya que se trata de un impresionante terreno de 200.000 metros cuadrados con hasta cinco construcciones diferentes, aunque la verdadera joya de la corona sea, claro, la residencia principal, esa en la que Gere lleva viviendo más de dos décadas y que ahora compartía con su esposa, la española Alejandra Silva, y los dos hijos que ambos tienen, nacidos en febrero de 2019 y en abril de 2020.

Según relata uno de los portales inmobiliarios en los que la propiedad se encuentra en venta, “los increíbles atributos naturales de la finca se despliegan a medida que uno se adentra en la propiedad. Cada detalle ha sido meticulosamente pensado y las cinco estructuras de la finca, los establos y la piscina están perfectamente ubicados dentro de la bucólica propiedad, respetando su entorno con una discreta estética típica de Nueva Inglaterra”.

La casa principal de la finca, donde la familia hacía toda su vida, cuenta con más de 1.000 metros cuadrados y con tres alturas en las que se distribuyen hasta ocho dormitorios y nueve cuartos de baño, además de varios vestidores y una impresionante cocina completamente reformada para disponer de electrodomésticos de última generación y de una enorme isla de granito.

Como oficina, cobertizo, establos o granero se han empleado algunas de las otras dependencias de la finca, que también cuenta con estanque privado, piscina, numerosos jardines y hasta un campo de fútbol perfectamente preparado.

El inmenso complejo ahora puede ser adquirido por quien disponga de 25 millones de euros para satisfacer la demanda de Richard Gere, quien no hace tanto vendió, en aquel caso por 30 millones, otra propiedad que poseía en la exclusiva zona de Los Hamptons, junto a Long Island. En aquella ocasión, el actor solicitaba el doble, aunque al final tuvo que dar su brazo a torcer y traspasarlo por la mitad. Habrá que ver si en este caso sucede algo similar.