La extravagancia se paga cara, eso sí, siempre que lleve el sello de una figura como Balenciaga detrás. Las últimas zapatillas ideadas por la marca han sido virales y no precisamente por su aparente lujo, sino por un diseño audaz que no todo el mundo ha llegado a entender, pero que sí ha querido comentar.

Tela desgarrada, efecto desteñido y apariencia de suciedad son las características de las sneakers más exclusivas de Balenciaga. Una propuesta que, si bien ha sido un paso arriesgado, parece haber funcionado perfectamente entre su público, ya que se han agotado casi todos los modelos en pocos días. La demanda en la web se disparó desde el primer momento, colapsando la compra rápidamente y cerrando la posibilidad de adquirir el producto a los usuarios más rezagados.

La campaña, que ya se considera un éxito, ha jugado de lleno con la polémica que tanto sabe aprovechar la marca. En su momento ya ocurrió con otros productos de la firma como las crocs con tacón, las maxibolsas de cuadros, que recordaban a las clásicas bolsas de rafia que utilizamos para hacer la compra, o el abrigo que rápidamente los usuarios asimilaron al uniforme de los barrenderos.

En esta nueva colección, el diseñador Demna Gvsalia ha buscado crear un calzado “para toda la vida”, evitando la moda temporal y animando a reutilizar las piezas que tenemos en el armario. En el comunicado oficial, la marca española explica que las Balenciaga Paris Sneakers son “un clásico renovado que reinterpreta el atletismo y el casual atemporal de mediados de siglo, en negro, blanco o rojo con suela y puntera de goma blanca”.

Las zapatillas en detalle

El modelo de zapatillas que ha inundado las redes es el más extremo de la colección, pero también existen versiones más sobrias que mantienen el espíritu de la campaña de una manera más modesta.

Balenciaga ha puesto a la venta estas botas en versión de caña alta y en mule, con el logotipo estampado en el borde de la puntera y grafiteado en la suela y con desgarros en toda la silueta o solo como un detalle en determinadas zonas.

A pesar de tener una apariencia sucia, estos modelos, de estética similar a las populares Converes, están confeccionados con materiales de calidad, en algodón totalmente desgastado, caucho y con suela vulcanizada. El precio varía, siendo las más destrozadas las que son más exclusivas, desde los 395 € de las zapatillas destalonadas a los 1.450 € de los botines más polémicos de la marca.

Eso sí, la firma asegura que, a pesar de su exterior envejecido, estas zapatillas deben cuidarse, por lo que en la página web recomiendan hacer limpieza del producto con “un paño suave”. Suponemos que no querrán que se pierda su desgaste característico.