Prada refuerza su equipo directivo para continuar con su crecimiento

Prada cerró 2021 con unas ventas de 3.365 millones de euros, lo que supuso un incremento interanual del 41%. Frente a 2019, la cifra de negocio de la empresa registró un incremento del 85%.

Una grandísima noticia para el grupo italiano, que va dejando atrás la crisis económica a escala mundial ocasionada por el coronavirus. Una remontada en la que mucho tiene que ver el refuerzo del equipo directivo que la empresa ha llevado a cabo en los últimos meses. Ahora, Prada ha presentado un nuevo nombre que será protagonista en su crecimiento.

Se trata de Roberto Massardi, un viejo conocido en la casa, que acaba de convertirse en director de desarrollo de negocio, cargo que ya desempeñó a finales de los años 90. En los inicios de este siglo, Massardi fichó por Jil Sander, que entonces se encontraba en manos del grupo italiano hasta que, en 2005, dio el salto a Stone Island como director general. En su nuevo puesto, Massardi se encargará de reforzar las categorías clave para el grupo.

El objetivo de Prada para este 2022 esalcanzar unos ingresos de 4.500 millones de euros, lo que implicará casi duplicar las cifras registradas en 2020. Otro de los planes de la empresa es que su beneficio operativo represente alrededor de un 20% de las ventas.

La incorporación de Massardi ayudará a cumplir plazos, pero también la de Andrea Bonini como nuevo director financiero, cuyo nombramiento será oficial en septiembre, la de Cristina de Dona como consejera general del grupo, un puesto de nueva creación, y la de Diego Maletto como director interno de auditoría.