11.000 euros diarios para limpiar grafitis

Son las 11:00 horas de ayer lunes. Un operario del Ayuntamiento de Madrid limpia las pintadas que acaparan todos y cada uno de los metros cuadrados del mobiliario urbano que conforma la Plaza del Dos de Mayo. Sobre estas «obras» aplicará un disolvente químico, el cual tardará alrededor de cinco minutos en actuar, y posteriormente tendrá que hacer uso de un chorro de agua a presión. Sin embargo, tardarán muy pocos días en reproducirse de nuevo. Esta plaza, y el barrio de Malasaña en su conjunto, son las zonas de la capital que en mayor medida sufren este tipo de vandalismo: aproximadamente, es necesario realizar limpiezas como ésta cada 15 días. De hecho, la última restauración de la Plaza del Dos de Mayo se llevó a cabo el pasado 17 de enero.

Hasta septiembre del año pasado, última fecha que consta en los informes municipales, el servicio de limpieza de grafitis, dependiente de la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, ha eliminado 345.115 metros cuadrados de pintadas en toda la ciudad. Una labor para la que han sido necesarios más de 52.000 servicios de este tipo.

El actual Consistorio quiere poner freno a una práctica cuya reparación resulta costosa y, sobre todo, inútil, ya que los grafitis eliminados son sustituidos por otros nuevos en cuestión de muy poco tiempo. Fuentes consistoriales aclaran a LA RAZÓN que este servicio forma parte de un contrato integral, cuyo coste anual destinado para la limpieza de pintadas es, concretamente, de 2,6 millones de euros, si bien se trata de una cantidad que varía cada año en función de las necesidades. Así, el coste aproximado diario sería de 10.780 euros. A esto hay que añadir el trabajo de 28 operarios, que, con un total de 24 vehículos, llevan a cabo esta labor cada día en toda la ciudad de Madrid.

Multas por palmos

«El Ayuntamiento y el alcalde Martínez-Almeida han iniciado una lucha contra los grafitis, unas ‘‘firmas’’ que están ensuciando toda la ciudad y en particular este distrito», afirmaba ayer a LA RAZÓN José Fernández, concejal presidente de los distritos de Centro y Salamanca. Así, el Consistorio ha aumentado recientemente las sanciones en algunos supuestos: en edificios emblemáticos antiguos o históricos, pasan de entre 1.000 y 3.000 euros a entre 2.000 –pintadas de menos de un palmo– y 3.000 –de más de un palmo–; en edificios oficiales, antes entre 500 y 1.500 euros, pasan a 1.000 –si es menor de un palmo–, 1.500 –si supera el palmo– y 2.000 –si es mayor de un metro–; en fachadas, muros, muretes y pilares, las multas oscilaban entre 300 y 1.500 euros, mientras que ahora pasarán a 750 –menos de un palmo–, 1.500 –más de un palmo– y 2.000 –más de un metro–. Además, las pintadas en los cierres comerciales, especialmente difíciles de eliminar, pasan de 500 a 1.000 euros.

Estos nuevos importes se comenzaron a aplicar en diciembre. Entre aquel mes y enero se han notificado un total de 76 expedientes sancionadores, de los cuales 27 han sido en el distrito de Centro. «Uno de cada tres se produce aquí», apunta Fernández. Es una cifra significativa, teniendo en cuenta que en 2018 se abrieron 129 expedientes y, en 2019, 125, sin contar en este último año el mes diciembre, mes en el que entraron en vigor los nuevos importes.

Latina, Carabanchel, Fuencarral y Centro, los distritos más castigados