Piso turístico

Dos detenidos por agredir a policías municipales cuando desalojaban una fiesta ilegal en Madrid

Los agentes acudieron al lugar a las 05:30 de la madrugada ante las quejas de los vecinos

Agentes de la Policía Municipal de Madrid
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La Policía Municipal de Madrid ha detenido a dos personas por agredir a los agentes que fueron a desalojar una fiesta ilegal que se estaba desarrollando en un piso turístico del distrito Centro y en la que estaban participando diez personas. Este tipo de pisos se han convertido en centro de todo tipo de quejas vecinales.

Según ha informado una portavoz del cuerpo, los agentes se dirigieron al lugar tras recibir quejas vecinales por música y ruido en torno a las 05.30 horas de esta madrugada.

Cuando llegaron, los organizadores intentaron obstaculizar la entrada a los agentes y agredieron a los mismos. En el interior, encontraron a un total de diez personas, que fueron denunciadas por estar reunidas sin ser convivientes, sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad.

El confinamiento puso freno a las fiestas ilegales. Sin embargo, con la relajación de las medidas se han disparado este tipo de “reuniones”. Lo cierto es que, desde el pasado mes de octubre, los agentes madrileños han actuado en más de 4.000 fiestas ilegales, solo durante los fines de semana. Esto es una media de 350 fiestas entre los viernes y los domingos. De hecho, se ha convertido en habitual que, además del cómputo de contagiados y fallecidos por Covid, se relate, semana a semana, el número de fiestas ilegales abortadas.

Una situación que tuvo también un “parón” debido a Filomena. Durante días, las fiestas ilegales y los botellones se detuvieron por motivos obvios.

Solo el fin de semana pasado, la Policía Municipal de Madrid intervinieron en 418 fiestas ilegales: 80 el viernes, 170 el sábado y 168 el domingo. A esto se suman un total de 450 propuestas de sanción por botellones y otras 1.055 multas por saltarse el toque de queda.

Y a los nacionales se ha unido, en los últimos tiempos, los juerguistas irresponsables “importados”. La Policía Municipal de Madrid ha disuelto numerosas fiestas organizadas por ciudadanos galos que reunieron a decenas de personas, sin mascarilla, en apartamentos de alquiler, pese a la prohibición de que los no convivientes no se pueden juntar en los hogares.

Muchos de ellos llegan a la capital en paquetes cerrados, de aproximadamente 150 euros en el que está incluido el viaje y la fiesta. Una “huida” de su país, donde las restricciones son más severas a la búsqueda del “todo vale”... Y va a ser que no. Aquí las medidas son más comprensivas con la hostelería, sin duda, frente a otros territorios de Europa o España, pero las normas se deben de cumplir. Y los aforos y la obligatoriedad de llevar mascarilla de debe de cumplir. Sin excepciones.

De tienda de violines... a piso turístico

Agentes de la Policía Nacional de la comisaría del distrito Centro de Madrid han llevado a cabo también la detención de tres individuos como presuntos autores de tres delitos de daños ocasiones en los pisos turísticos y locales durante fiestas ilegales.

Los arrestados, de edades comprendidas entre los 18 y los 23 años, organizaron fiestas ilegales en pisos turísticos y en un local de la calle Espejo de Madrid en el que llegaron a reunirse más de 60 personas, causando numerosos destrozos materiales. La valoración económica de estos daños ocasionados podría ascender a 30.000 euros.

Esa fiesta fue desalojada la madrugada del domingo por la Policía Municipal de Madrid. Se trataba de sótano de un local comercial, cuyos vecinos habían llamado al 092 por el excesivo ruido que soportaban. Los agentes comprobaron que el establecimiento solo tenía una entrada y no había salida de emergencia. Se trataba de una antigua tienda de reparación de violines que estaba siendo alquilado como piso turístico en Internet.

Los policías oyeron voces y discusiones entre los asistentes porque algunos querían salir y otros se negaban a abrir la puerta, trancada con varias cerraduras. Ante la negativa a abrir a la autoridad, avisaron a las Unidades Centrales de Seguridad (UCES), que tiraron la puerta abajo y entraron, detectando a 66 personas dentro, 11 de ellos menores, por lo que sus padres fueron avisados.

Fueron desalojados y denunciados todos por la normativa antiCovid. También se encontró drogas, por lo que los policías pusieron cuatro denuncias por tenencia de droga. Además, comprobaron que habían colocado colchones en las puertas y ventanas para intentar insonorizar la estancia.