Navidad

El Palacio Real de Madrid abre hoy las visitas a su Belén napolitano

Este año incluye guiños a Juan Sebastián Elcano y a la apertura de la nueva Galería de las Colecciones Reales

Un año más, y después de casi cinco semanas de montaje y la colaboración de numerosos artesanos y restauradores, este martes, 6 de diciembre, el salón de Alabarderos del Palacio Real abre al público las visitas a su tradicional Belén napolitano. Un Nacimiento que, de hecho, es el origen de la costumbre que hace que, cada año, los hogares españoles coloquen en Navidad sus propias representaciones del nacimiento de Jesús. «La tradición surge en Nápoles», dice a LA RAZÓN Miguel Ángel Gacho, historiador de Patrimonio Nacional. «Nuestro Carlos III la conoce ahí, le gusta, y compra figuras para el infante, Carlos IV. Las trae a España y los nobles lo ven, imitan lo que hace la realeza y el pueblo imita a los nobles, quedando así la costumbre en España», explica. De aquellas piezas, que llegaron a superar las 5.800 al final del reinado de Carlos IV, quedan 84 que, a día de hoy, siguen exponiéndose.

Cada año, con las piezas originales y con otras nuevas que se han ido adquiriendo a lo largo de los años, se van creando escenas inéditas. Gracias, también, a los elementos que se van creando, como es el caso de la venta de telas o la librería que se incluye también en esta ocasión. Este año, además, se hacen dos guiños que van a ser fundamentales: «por un lado, la inauguración, esperamos que dentro de unos meses, de la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo museo de Patrimonio Nacional, que se situará en los jardines del Campo del Moro». Y, por otro, la efeméride de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano para conseguir especias para la Corona.

Margarita Tapia, restauradora de porcelana de las Colecciones Reales, señala, por su parte, que este año «hemos utilizando las mismas estructuras y las mismas figuras, pero cambiando las escenas». Algunas, sin embargo, se repiten «porque hay personajes muy marcados que siempre tienen un lugar». Ejemplo de ello sería la figura del pescador, que representa la gran vinculación de Nápoles con el mar y, concretamente, con el pescado y el marisco. «El hecho de que hayamos ido adquiriendo nuevas piezas, con los años, nos permite que estas hayan sido también de distintos tamaños, con lo que conseguimos hacer distintas alturas y dar una sensación de profundidad en el conjunto», añade.

«Tenemos también, como novedad, a dos pastores caracterizados como peregrinos para celebrar el Año Santo Compostelano», apunta la restauradora. Del mismo modo, con motivo de la efeméride de Juan Sebastián Elcano, en la plaza del pueblo «se está hablando de sus viajes por el mundo, con un mapa y un barco, y, alrededor del narrador, hay gente escuchando».

Como cada año al llegar las fiestas navideñas el Palacio Real de Madrid expone gratuitamente su Belén Napolitano para deleite de madrileñas, madrileños y turistas, tal y como fue concebido desde su origen por iniciativa real.
Como cada año al llegar las fiestas navideñas el Palacio Real de Madrid expone gratuitamente su Belén Napolitano para deleite de madrileñas, madrileños y turistas, tal y como fue concebido desde su origen por iniciativa real.Alberto R. RoldánLa Razón

Isabel Delgado, también restauradora de Patrimonio Nacional, explica que este Belén se diferencia de los tradicionales en que «no se representan escenas aldeanas, sino más bien urbanas, populares, y, en este caso, a modo de transición hacia la zona más ‘noble’, está la galería de arte». «Hemos querido meter un edificio que representa el germen de la mayor parte de los museos europeos, que son las colecciones de los nobles y de la realeza, que coleccionaban de una manera un poco ecléctica no solo obras de arte, sino también objetos curiosos o de la naturaleza», indica.

«También en este caso, por la época de Carlos III, hay que destacar también la excavación de Pompeya y Herculano, por eso hay también escultura clásica», añade. Y, en la puerta de la galería hay una figura femenina, «porque hay que recordar que no solo los hombres eran coleccionistas». De hecho, «la propia madre de Carlos III, Isabel de Farnesio, era una gran coleccionista: gran parte de las obras que tenemos a día de hoy es gracias a sus colecciones». Y, a modo de anécdota, los organizadores subrayan que, además de la Sagrada Familia, «es muy especial también la figura del demonio», situada justo debajo del pesebre. «No se entiende el bien sin el mal, así que lo ponemos como contraposición y le tenemos ahí al acecho», dice Gacho.