Opinión

Shakira, Borja-Villel y las relaciones que se acaban

Shakira: el rencor como una de las bellas artes
Shakira: el rencor como una de las bellas artesYoutubeLa Razón

Yo quería hablar hoy de Shakira y de Piqué, clara-mente, pero cuando me he levantado esta mañana, con la legaña todavía puesta y mientras comprobaba que nadie se hubiese comido mi mermelada, me he desayunado el escándalo del Reina Sofía. Si a mí se me ha atragantado la galleta con nocilla, no quiero ni pensar en la mañanita de Manuel Borja-Villel. Y como a mí me flipa un escándalo más que comer con los dedos, pues ahora quiero hablar de eso. Podríamos decir que lo del fraude de ley en los contratos de Borja-Villel para perpetuarse en el cargo de director del Reina Sofía ha sido, al arte español, lo que habría sido al amor que Shakira se hubiese atrincherado en el chaletazo y no hubiese dejado a Piqué decidir por él mismo, mediante los criterios que el muchacho tenga previstos para tal caso, si quería Rolex o Casio, si prefería Twingo o Ferrari. Porque que sea Ferrari no es lo relevante aquí.

Se puede ser Ferrari y que en ese garaje no debas estar aparcado. Aquí el meollo de la cuestión radica en que el director del museo de arte contemporáneo más importante de nuestro país se pasó la ley por donde Piqué la lealtad a la madre de sus hijos. Que no es por ponerme puritana, San Vicente Mártir me libre, pero las cosas se pueden hacer bien y se pueden hacer mal y de este burro no me bajo . Y lo suyo sería que Piqué hubiese dejado extinguir contrato al entrar en vigor la ley específica del Reina Sofía, convocar concurso público y nombrar y separar por Real Decreto tras Consejo de Ministros al candidato idóneo conforme al procedimiento administrativo establecido. Y la canción de Manuel Borja-Villel, fatal. Eso ni es feminismo ni nada. O al revés.