Regulación

Aborto: Madrid ve «ineficaz» el registro de objetores

La consejera de Sanidad advierte que no permitirá que sea un instrumento «punitivo

Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid
Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de MadridEuropa Press

La Comunidad de Madrid cumplirá la ley que obliga a las autonomías a abrir un registro de médicos objetores al aborto. La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, fue tajante: «Madrid tendrá un registro, pero esa lista no puede servir para señalar a nadie». Lo dijo en un encuentro con periodistas en el que no esquivó la polémica sobre el aborto y el debate suscitado esta semana en el Ayuntamiento de Madrid en torno al denominado «síndrome postaborto».

Matute explicó que, en cumplimiento de la normativa estatal, la Comunidad ha habilitado ya ese registro, aunque cuestionó su utilidad práctica. «El registro existe, pero como instrumento de gestión es ineficaz. Sería más útil tener la lista de quienes sí realizan la intervención para saber con qué recursos cuento. Aun así, como consejera, mi obligación es doble: garantizar el derecho de las mujeres a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo y proteger el derecho de los profesionales a la objeción de conciencia», dijo con rotundidad. La responsable de la sanidad madrileña recalcó que la objeción es un derecho fundamental del personal sanitario «que puede ejercerse en cualquier momento y sin represalias». «Yo puedo estar en un registro y, llegado el momento, cambiar de opinión. Nadie puede obligarme. Lo que no voy a permitir es que esa lista se convierta en un instrumento punitivo», advirtió.

La consejera subrayó que Madrid garantiza el cumplimiento de la legislación vigente: «En esta comunidad se cumple escrupulosamente la ley. Es obligación legal informar a la mujer. Otra cosa es que no quiera leer la documentación, pero el derecho a la información existe y se cumple».

En opinión de la consejera, el debate se está utilizando de manera «punitiva y para polemizar», en lugar de centrarse en lo importante: campañas de educación afectivo-sexual, prevención de embarazos no deseados y apoyo a la maternidad y la paternidad. «El aborto, en cualquiera de sus circunstancias, es un fracaso: si es por riesgo para la vida de la mujer, es un drama; si es espontáneo, también; y si es por embarazo no deseado, igualmente. Y el 63% de los abortos responden a esta última causa. Ahí es donde deberíamos poner los esfuerzo», recalcó.

El debate se produce después de que el Ayuntamiento de Madrid aprobara, con los votos de PP y Vox, una iniciativa para informar a las mujeres sobre el supuesto «síndrome postaborto». Un término sin reconocimiento científico, como admitió días después el alcalde José Luis Martínez-Almeida, pero que encendió la polémica política en la capital madrileña.

En relación a este asunto, la consejera se mostró prudente: «No sé si ese es el nombre adecuado, pero sí existen estudios que describen secuelas físicas y psíquicas tras un aborto, igual que tras un aborto espontáneo. Eso no significa que todas las mujeres las sufran ni que deba servir para estigmatizar, pero negar que esa literatura existe no es correcto». Matute también comparó la situación madrileña con la de Ceuta y Melilla, dependiente del Gobierno central, donde «todos los médicos son objetores y no se ofrece solución a las mujeres que quieren abortar».