Medio Ambiente

El Atazar, la mayor presa de Madrid, desembalsará agua por primera vez en 40 años

El Gobierno regional ha criticado al Gobierno de España porque no hay un plan hidrológico nacional y "no se puede compartir el agua sobrante con otras comunidades"

Embalse de El Atazar, en Buitrago de Lozoya
Embalse de El Atazar, en Buitrago de LozoyaLRM

Es una ocasión única. Al menos en decenas de años. La presa de El Atazar desembalsará agua por primera vez desde 1985 por uno de sus aliviaderos, ya que se encuentra al 99 por ciento de su capacidad, un récord de almacenamiento de agua en lo que llevamos de siglo.

Así lo ha indicado este viernes el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo en una entrevista en Telemadrid. "Alegrarnos de que ese agua, que es pura vida, es tan necesaria que vamos a tener seguridad hídrica durante los próximos 18 meses gracias a esa lluvia, pero también gracias a la gestión que se ha hecho de ese agua", ha indicado.

El consejero ha recordado los momentos delicados de marzo por el exceso de lluvias y la gestión que hizo el Canal de Isabel II, "cómo va concatenando esas presas, cómo va haciendo esos desembalses quirúrgicos para poder aprovechar hasta la última gota y además no hacer daño aguas abajo, pues nos dispone una situación inmejorable en cuanto al agua en Madrid".

En se punto, Novillo ha criticado al Gobierno de España porque no hay un plan hidrológico nacional y "no se puede compartir el agua sobrante con otras comunidades y también ha condicionado todos los derechos que teníamos sobre el río Alberche hasta el 2060 y que ahora nos impide planificar, que es lo que hace canal de Isabel II hace 174 años, planificar para poder dar agua a una población que además está creciendo".

"Ya somos más de 7 millones, estamos en 120.000 habitantes nuevos al año. Eso es un reto muy importante en la Península ibérica y en el centro de España, para poder aprovechar hasta la última gota. Consideramos que esa política errática en materia de agua es una pena, porque estamos desaprovechando un recurso que cuando hay abundancia podríamos compartir con otras cuencas y cuando hay escasez no nos permite llevar a cabo ese tipo de planificación.