Educación
Ayuso extiende el «modelo Ceipso» a todos los colegios de Madrid
Educación estudia en qué centros de la red educativa es viable que Infantil, Primaria y 1º y 2º de la ESO puedan ubicarse en las mismas instalaciones con jornada partida, desde el próximo curso
La Comunidad de Madrid está decidida a extender el «modelo Ceipso», es decir, un arquetipo de centro educativo en el que se imparta Infantil, Primaria y los dos primeros cursos de la ESO en las mismas instalaciones sin que los alumnos de los dos primeros cursos de Secundaria tengan que dar el salto al instituto para cursar la ESO. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ya anunció durante el Debate del Estado de la Región que los nuevos colegios que abran sus puertas a partir del próximo curso escolar 2025/26 impartirán 1º y 2º de la ESO y tendrán jornada partida. Pero, ahora, la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades quiere que ese modelo se extienda a otros centros que ya están en funcionamiento de tal manera que se está viendo en cuáles podría encajar esta opción que ahora se ha visto que es la más favorable para los estudiantes madrileños.
La idea la puso sobre la mesa el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, durante su visita al CEIPSO Salvador de Madariaga de Daganzo de Arriba, uno de los centros que ya imparte ambos cursos de la ESO, además de las etapas de Infantil y Primaria. Viciana detalló que «ahora estamos trabajando para extender también este modelo, que ha tenido muy buena acogida entre las familias de la región, a colegios públicos de todas las direcciones de área territorial que ya estén funcionando». De ahí que los técnicos de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades estén estudiando la viabilidad de esta implantación inmediata en centros que ya cuenten con las infraestructuras adecuadas o puedan adaptar fácilmente sus instalaciones para acoger las nuevas clases y tengan jornada partida. Todos los centros que cumplan estas condiciones se podrán convertir en CEIPSO (colegio público de Educación Infantil, Primaria y Secundaria) sin que los alumnos que acaben 6º de Primaria tengan que cambiarse a un instituto.
Educación considera que el nuevo modelo de centro que alarga la estancia de los niños en el colegio hasta los 13-14 años traerá beneficios. «Estamos convencidos de que estas medidas nos van a ayudar a combatir el abandono escolar, mejorar el rendimiento de los alumnos, su descanso o sus hábitos de alimentación, así como luchar contra la soledad, las adicciones o la posible influencia de las bandas juveniles», dijo el consejero.
Algunos expertos consideran que el salto de los niños de la Educación Primaria a un instituto para cursar la Educación Secundaria en la preadolescencia puede hacer peligrar el rendimiento al gozar de más autonomía; algunos descubren que ser «malote» sirve para conseguir más popularidad y alumnos con buenas notas empiezan a cosechar peores resultados. Algunas investigaciones sugieren que los estudiantes que se quedan en el mismo entorno escolar durante los primeros años de la ESO tienen más posibilidades de adaptarse con éxito y alcanzar mejores resultados académicos. Otros estudios académicos concluyen que los niños pueden ser especialmente vulnerables a la separación de amigos cuando cambian de centro y eso afecta a su rendimiento escolar.
Ismael Sanz, de la Universidad Rey Juan Carlos/Funcas, cree que es una buena idea que 1º y 2º de la ESO se imparta en los colegios porque «el hecho de que el alumno esté familiarizado con los docentes o con el centro facilita mucho las cosas. Además, los colegios suelen estar más próximos al lugar de residencia del alumno y, en zonas rurales, el cambio es grande porque alumnos con 12 años ya se tienen que desplazar. A eso se une que la hora de entrada en los colegios es más tarde que en los institutos y está estudiado que éstos empiezan las clases demasiado pronto, a una hora en la que los adolescentes todavía no rinden bien. Hay evidencia científica de que sería mejor comenzar un poco más tarde las clases».
Por otra parte, cada vez son más los padres que optan por que sus hijos continúen la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el mismo colegio donde cursaron Infantil y Primaria. Uno de los principales motivos es la continuidad emocional. El paso a un instituto supone, para muchos niños, un salto emocional significativo. Permanecer en un entorno conocido les ayuda a reducir el estrés y la ansiedad que pueden surgir con un cambio tan drástico. Esta estabilidad emocional les permite adaptarse de manera más gradual a las exigencias académicas y sociales de la ESO.
Además, los padres suelen percibir que el colegio ofrece un entorno más seguro y controlado en comparación con los institutos, que suelen ser más grandes y con menos atención individualizada. Así, la seguridad y comodidad que sienten al saber que sus hijos están en un espacio familiar es para muchos un factor decisivo. A esto se une que las relaciones establecidas juegan otro papel fundamental. Los estudiantes ya tienen vínculos formados con profesores y compañeros, lo que facilita la transición a la educación secundaria.
Además, la proximidad de los colegios, que en muchos casos están más cerca de los hogares de los estudiantes, simplifica la logística diaria para los padres.
El nuevo modelo de organización de los centros educativos pasa también por establecer un horario escolar de mañana y tarde en las etapas de Infantil, Primaria y los primeros cursos de Secundaria. La presidenta madrileña ya detalló durante el Debate del Estado de la Región que esta extensión de la jornada partida pretende «facilitar la conciliación entre la vida familiar y laboral y que los alumnos pasen más tiempo en un entorno seguro y supervisado». Ayuso argumentó que el objetivo de esta medida es múltiple: «Combatir el abandono escolar, mejorar el rendimiento académico, fomentar el descanso adecuado de los alumnos y promover hábitos alimenticios saludables».
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