Cinco novedades donde comerse la semana

Nos gusta comenzar la semana desmigando esos espacios recién llegados al abarrotado escenario gastronómico en los que realmente merece la pena reservar. Principalmente, porque los cocineros proponen recetas con un por qué, que sólo se comen en su casa, de ahí que en ella se coma y se beba realmente bien, a un precio acorde con la calidad ofrecida.

Lo estábamos esperando. La Máquina ha reabierto, por fin, uno de sus locales más icónicos: Puerta 57 (puerta57.es), en el mismísimo Santiago Bernabéu. Fue el primer restaurante situado dentro de un estadio que conocimos y ahora lo visitamos reformado. Se divide en dos plantas con más de mil metros ciuadrados y en él destaca la sala principal con vistas al campo, los privados, la terraza, las cavas y los espacios para operaciones. Eso sí, la mayoría de emplazamientos tienen vistas al terreno de juego. Así, en la zona de mesas altas con la barra «Cibeles» deje que comience el desfile de raciones encabezado por la ensaladilla rusa, los chanquetes con huevos fritos, la ensalada de pimientos y la tortilla abierta de patata y alcachofas. Cuando la cosa se ponga seria, el frit de langosta al estilo Formentera es uno de nuestros platos preferidos, lo mismo que el sublime salpicón de bogavante azul. Entre los arroces, triunfa el de tuétano y, por supuesto, a esta casa también se viene a comer cocido servido en tres vuelcos.

Comer en los mercados nos divierte, así que en una de nuestras visitas al de Chamberí descubrimos Insurgente (cocinainsurgente.com), un rincón acogedor en medio del meollo en el que, ojo, no es posible reservar mesa. A nuestra llegada, tuvimos suerte y una fue nuestra, así que disfrutamos de haber improvisado, sin quererlo, una gran comida. Se trata de un concepto de estilo bistró, cuya cocina toma como base la latina, pero que no se limita a ella, ya que destacan ingredientes cualquier parte del mundo. Sí, los cocineros Genaro Celia y Agustín Mikielievich sugieren una honesta cocina de mercado. Tengan en cuenta la riquísima empanada de birria mexicana con queso San Simón, chimi de tamarillo y albahaca, un plato que repetiremos en nuestra próxima visita, lo mismo que el pan bao de brisket de vaca a baja temperatura con salsa de chiles fermentados y polvo de chile morita, un bocado, alucinen, del que llegan a despachar en un sólo día más de 900 unidades. Completar el almuerzo con los fideos udon con salsa de calamar a la brasa, guanciale y aire de queso San Simón fue un acierto total.

«Queríamos homenajear a ese bar al que ir cada día. Un lugar donde sabes que te van a tratar con cariño y te van a ofrecer lo mejor que tienen cada día», explican explican Ángel Zalduegui y su yerno Borja. Y, sin duda, lo han conseguido. A El Buen (@elbuenmadrid) hemos ido a probarsu cocina de raíces vascas, con sutiles guiños contemporáneos, compuesta por platos reconocibles. La carta parte de una serie de elaboraciones fijas, que comparten protagonismo con las sugerencias del día. Así que, aquí lo suyo es echar un vistazo a los pinchos o decantarse por el mixto de jamón ibérico con queso de tetilla y yema curada en el caso de acudir a media mañana. Porque durante el aperitivo las croquetas son las reinas, además de los huevos «El Desgraciao». Son preparaciones que, en nuestro caso, antecedieron a la merluza en tempura y a la corvina a la plancha con pisto, así que volveremos para degustar algún corte de carne a la parrilla. Con el pastel vasco con helado de mantecado en la mesa es la mejor manera de culminar la visita.

Inspirado en el universo ciclista –de donde también toma su nombre– Grupeta Bar (grupeta.bar) abre sus puertas naranjas en Chamberí para convertirse en un punto de encuentro de ciclistas y de quienes no se suben a una bici. Ofrece una propuesta gastronómica fácil, divertida y sin pretensiones y es posible acudir tanto a desayunar a buena mañana como para terminar el día. Sus fundadores, Manuel Verdejo y Javier Díaz, también lo son de Dog Days, un taller y tienda de bicicletas, que está a pocos metros del bar. La tostada de tomate con aguacate, huevo revuelto y bacon nos ayuda a todos a comernos el día. Más si la acompañamos de un café de especialidad, aunque también encontramos kombucha, smoothies, cold brew o infusiones. La gilda de anchoa o boquerón y la ensaladilla son delicias de barra, que marcan la hora del aperitivo. Nos gustó el sándwich de roastbeef, sí, y probamos la presa ibérica con pimientos.

Hace sólo unas semanas, el Grupo Lamucca ha inaugurado su decimocuarto local en Madrid, lo ha hecho en el 1 de Trafalgar y el segundo bajo la marca Ultramarines del Coso (lamuccacompany.es). Nos gusta la propuesta ideada por Andy Boman, a quien conocimos en Gingerboy y en El Flaco, que sirve en el establecimiento de la Plaza de San Ildefonso, así que ya no hemos tardado en sentarnos a la mesa en esta nueva ubicación. ¿Qué pedir? Los berberechos al Josper, la ostra spéciale nº3 con salsa nam jim y los carabineros a la plancha de Dani Álvarez Marthón.