Emprendedores
La filosofía de Raven: «Para ser arquitecto, antes debes aprender a poner ladrillos»
Juan José dela Torre (CEO de la tecnológica Raven), desde hace unos años se ha abierto camino en la disrupción, un nuevo sector en el que es considerado pionero y referencia ayudando a grandes empresas
En el siglo de la transformación digital, algunas pocas empresas como Raven, se han adelantado a su tiempo para dar el siguiente paso, la disrupción. «Consiste en la generación de nuevas propuestas de valor», resume su CEO J.J. de la Torre.
Nacida en Chile, esta compañía que colabora con grandes empresas como Banco Santander, ha invertido más de un millón de capital para la apertura de su sede en Madrid. La consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, les visitaba hace unos días como ejemplo de crecimiento e innovación en su sector.
J.J. reconoce que «conocimos la oportunidad de Invest in Madrid en una feria en Chile, y nos encantó todo lo que nos ofrecía la ciudad. El destino natural habría sido Estados Unidos, pero España nos abría tanto las puertas de Europa como las de todo el mercado hispanohablante. Por si fuera poco, Madrid es valorada como una gran mina de talento».
Pero lo que realmente diferencia a esta pionera es su filosofía empresarial: «Las consultoras son como el entrenador personal que te dice lo que tienes que hacer. Nosotros nos entrenamos a nosotros mismos para poder después transmitir esa experiencia. Nuestro lema es “Crear, operar y transferir”». Además, su CEO añade que «nosotros creemos en que para ser arquitecto primero tienes que aprender a poner ladrillos (entiéndase la analogía). Es la única forma de generar un impacto auténtico en tus clientes y no desarrollar una dependencia permanente en el tiempo».
En plena era de la formación y los masters sobre Dirección de Empresas, J.J. está convencido de que la formación siempre es positiva, aunque cree que «el futuro está en una formación de cursos cortos y específicos, para poder seguir aprendiendo constantemente y a la par del desarrollo profesional».
Sorprendentemente, él que está acostumbrado a tratar con enormes multinacionales, no pronuncia la palabra «éxito», que sí se escucha constantemente en los podcasts de emprendimiento. «El éxito no tiene atajos. Los contenidos sobre éxito empresarial suelen consistir en fórmulas mágicas que acortan el proceso de sacrificio. Pero la realidad es que la fórmula sigue siendo la de siempre, basada en el esfuerzo, la constancia y la calidad del servicio o el producto que se ofrece», afirma.
Tras una dedicación plena al estudio de las grandes empresas, Raven ha llegado a la conclusión de que «su mayor error es ignorar la posibilidad de fracasar, cuando lanzan un nuevo producto al mercado. Es casi un milagro tener éxito a la primera. Y su segunda área a mejorar consiste en la falta de consistencia, abandonando el plan inicial al primer inconveniente que se presenta».
Aunque él entiende la burbuja de las startup (en los 2000) al igual que la moda de los influencers de hoy, sí cree en el emprendimiento. Sin embargo, opina que «a muchos de ellos les cuesta mantener el foco en su principal objetivo y se dispersan por “hipotéticas oportunidades de mercado”».
De esta forma, esta empresa se ha hecho rápidamente un hueco en el tejido empresarial internacional, apostando por la renovación de empresas tradicionales, sin la necesidad de construir nuevas compañías desde cero. Además se ocupan de detectar las deficiencias entre los numerosos departamentos de gigantes empresariales, evitando que se pierda en el proceso la misión principal. Con esta fórmula, en menos de tres años de vida, han conseguido generar más de un billón de euros que antes no existían y hasta 5 billones a través de la aceleración. Porque en lo que realmente consiste el trabajo de Raven es «incrementar la velocidad de crecimiento de una empresa hasta en más de un 50%».
En una reciente TEDxConference ya compartió detalles sobre su concepto de empresa sostenible: «Los clientes y empleados ganan y pierden por la calidad de su experiencia, no únicamente por las promesas que hizo. Cuando participamos y desarrollamos nuestra disrupción y aceleración, combinamos estrategia, diseño y desarrollo para crear interacciones reales que crean un impacto comercial significativo basado en análisis e impulsado por tecnologías digitales».
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