Rareza histórica

Madrid declara Bien de Interés Cultural el primer escudo de armas de Cristóbal Colón

El documento, concedido por los Reyes Católicos, es un manuscrito en pergamino como Carta Real de Merced, concedida en Barcelona en junio de 1493

Escudo de Colón
Escudo de ColónComunidad de Madrid

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha declarado este miércoles Bien de Interés Cultural (BIC) el documento Real provisión original otorgada por los Reyes Católicos concediendo a Cristóbal Colón escudo de armas por su singularidad, su interés histórico y valor documental.

Se trata de la única representación policromada del primer escudo de armas del Descubridor de América en 1492, otorgado por los Reyes Católicos a él y sus descendientes, que lo han custodiado hasta ahora, por los leales servicios prestados a la Corona española, ha detallado el vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, en rueda de prensa tras la reunión que se ha celebrado con carácter extraordinario en Collado Villalba.

El documento, un manuscrito en pergamino, es una Carta Real de Merced, concedida en Barcelona en junio de 1493 (un roto en papel impide la lectura del día). Ha sido recientemente restaurado y está ilustrado con el escudo de armas policromado del almirante en la parte central del diploma, para cuya realización se usaron tintas de color oro, verde, rojo y azul con fines ornamentales.

En la parte superior del escudo (cuartelado) aparecen representados en los dos primeros cuarteles, las armas regias, el castillo y el león, y, en la parte inferior, las nuevas armas diseñadas para Colón. También se incluyen ilustraciones de islas y tierra firme, primera representación heráldica del territorio indiano, y cinco áncoras y una banda azul.

Por su parte, la caja de escritura ocupa un 30% del tamaño del pergamino y está dividido en tres columnas. El pautado está realizado a punta seca dando lugar a 28 líneas por columna. La escritura es humanística redonda de módulo algo achatado.

Como instrumento de validación y autenticación, el escrito llevaba un sello que no se conserva actualmente y las firmas autógrafas de los Reyes Católicos y del secretario de los monarcas, Fernán Álvarez de Toledo.