
El Madrid de
Manuel Baqueiro: «La comedia es muy complicada, pero tiene un poder sanador»
El actor recibe el nuevo año con proyectos en teatro y televisión; y protagoniza el cortometraje «El trono» nominado por los Goya

Estudió Derecho porque no tenía muy claro su camino y, porque además, no fue la excepción de a quienes «en casa siempre nos decían que estudiáramos algo de provecho». Manuel Baqueiro reconoce que la carrera de dramaturgia es «arriesgada, complicada y muy difícil de encontrar trabajo», pero a la vez asume que «estoy muy enamorado de mi profesión», y lejos de romantizarla considera que «es bueno que la gente sepa que está cargada de malos momentos, antes o después llegan parones y dudas, salvo a cuatro o cinco excepciones, esto es una noria y hay que asumirlo».
Influenciado por su hermano pequeño, Alfonso Bassave, y los estudios que se impartían en la escuela de Cristina Rota ha aprendido a amar el sector al que se lleva dedicando desde hace más de 20 años, no sin antes ejercer de camarero y en una agencia de publicidad. «Me dije que me daría tres años, me lancé a la inseguridad, pero era lo que quería y gracias a Dios el tiempo me ha dado la razón».
Lo hemos visto en series, teatros y televisión, y de todas ellas destaca algo en común, la necesidad del aprendizaje constante que, en su caso, pasó por el Estudio de Eduardo Recabarren, un seminario de voz impartido por Raquel Pérez, un curso de cuerpo con Jesús Amate y formación de interpretación en The Sheffield Drama School en el Reino Unido. «Aparte del instinto que se lleva dentro, hay que trabajar la audición, el cuerpo, los clásicos, los análisis de los textos y muchas cosas que se aprenden en las escuelas. Admiro a quienes dicen que son autodidactas, pero creo que carecen de una parte fundamental».
Manuel Baqueiro confiesa que le gustan los retos y se enfrenta a ellos siempre desde el positivismo, pero entre todas las escenas en las que se ha sumergido, las que se interpretan en el teatro son sus favoritas: «la conexión con el público que se genera en los teatros es insuperable, no hay otra cosa igual». Sin embargo, también señala la dificultad que requieren las giras y la exigencia en las relaciones con el equipo. «Las giras de dos años en las que tienes que repetir diariamente lo mismo y, por supuesto, compartir mucho tiempo con tus compañeros son una norma que no siempre resulta fácil». Por suerte, Baqueiro cuenta que sus experiencias han sido positivas y que gracias a su trabajo a conocido a grandes amigos: «El Plan», la obra dirigida por Ignasi Vidal y en la que comparte escenario con los actores Javier Navares y Chema del Barco, la recuerda con especial cariño. «Pese a los contras del teatro, tiene algo innegable, y es que cada día es diferente. Ni el público, ni siquiera nosotros los actores, somos los mismos».
Manuel Baqueiro tiene numerosos proyectos que celebrar este año que comienza. Por un lado, ha protagonizado «El trono», cortometraje nominado a la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción en los Premios Goya. «El presidente del gobierno, en un baño público y sin papel, descubrirá de qué clase de gente está rodeado», explica.
«Una semana nada más» estará hasta marzo en los Luchana y responde a «una comedia que plantea cuestiones muy dramáticas. Se disfruta mucho, hacer comedia es muy complicado, pero tiene un poder sanador». Y en marzo protagonizará «Perdiendo el juicio», el drama jurídico que se podrá ver en Atresmedia.
Un paseo por Madrid
Llegar de las giras en otras ciudades y que le espere la cocina de cuchara que se encuentra en La posada de Nuncio es de sus cosas favoritas. «Sus platos son insuperables, especialmente los torreznos». Se reconoce como un «foodie» y le encanta descubrir los grandes gastronómicos de la capital, como Bistronomika, Trifón, la buena carne de Julián de Tolosa y la excelencia de Sacha. Uno de sus planes favoritos es pasear por La Casa de Campo, donde recomienda el restaurante Villa Verbena.
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