Restaurantes

Navidad y cenas: estos son los restaurantes imprescindibles en Madrid

Durante estos días, los eventos se agolpan y las cenas se suceden. Hoy traemos aquellas cartas de los mejores locales de la capital

Jorge Velasco, chef de Mamaquilla
Jorge Velasco, chef de MamaquillaLRM

¿Ha barajado alguien la insólita, pero práctica, idea de crear una agenda solo para el mes de diciembre? Los eventos se agolpan, las comidas y las cenas se suceden en una vertiginosa sucesión de homenajes culinarios que compartimos con los diferentes grupos de amistades (qué gran clásico es ver la evolución de las calvicies y las opulencias cárnicas) y de compañeros de trabajos presentes y pretéritos. La Navidad es familia, pero también de la que se elige, de los amigos, y qué mejor manera de reunirnos con ellos que en grandes restaurantes para forjar recuerdos, anécdotas y cotilleos en torno a la buena mesa. Hoy traemos los menús que más nos gustan de establecimientos que nos encantan en la capital. Reserven, que las prisas son malas compañeras del hambre.

Aquellos más exigentes con gusto por lo tradicional deben ponerse en las manos de José Carlos Fuentes, que acaba de abrir Señor Pepe, un comedor burgués que puede presumir de buena despensa, bodega de altura y muchísimos fuera de carta gracias a la querencia de este catalán por el mejor producto de temporada. Hay tres menús de grupo con platos de la carta y bodega desde 68 euros, un precio bastante razonable para la calidad de la propuesta. Aún sueña este escribiente con sus judiones con tendones y cigalas.

Para aquellos amantes de la mejor cocina peruana, Mario Céspedes, uno de los grandes embajadores de esta en Madrid, también recibe con agrado a los grupos, para los que el chef ofrecerá durante estas fechas dos menús, de 45 y 50 euros, en dos de sus locales: Ronda 14, nikkei con toques asturianos, y Cilindro, reflejo de la riqueza de la cocina criolla de su país. Ambos incluyen diferentes platos para compartir y se maridan con vinos españoles. Siguiendo por los frondosos caminos de lo latino, no nos olvidamos de Mamaquilla, ejemplo perfecto de que se puede comer muy muy bien, en un sitio bonito que además es divertido. Seguro que los más marchosos disfrutan de cualquiera de los cinco menús que ofrecen para estas entrañables (y ricas) fechas, desde 50 hasta 80 euros.

Rollito asturiano, uno de los platos de los menús de Navidad de Cilindro
Rollito asturiano, uno de los platos de los menús de Navidad de CilindroLRM

Para las parejas más jóvenes, que incorporan a sus retoños a las celebraciones de amigos (por gusto o necesidad), Villa Verbena y Taller del Lago, en Casa de Campo, son excelentes alternativas para disfrutar de la belleza invernal de este parque. En ambos enclaves proponen varios menús semiabiertos, que se pueden ir completando mediante la adición de diferentes extras, como cava o copas, para darle más contundencia a la cocina de mercado y alma española que practican. Desde 55 euros por persona o 69 euros si es tipo cóctel porque tienen muchos amigos o van con los de la empresa.

Tiene pintón, mucho pintón, y un precio estupendo, La Burbujería, un céntrico restaurante cuyo chef, Hernán González (ex Viridiana) se ha montado un menú muy apetitoso en torno a diferentes platos de su cocina creativa y viajera, muy centrada en sublimar el buen género que maneja. Por 45 euros, tres entrantes a compartir (increíbles sus bravas del Sudeste Asiático), un principal, un postre y tres consumiciones. ¿Imbatible o no? También tienen precios muy asequibles los menús de Navidad para grupos de El Pañuelo (desde 38 euros), un novísimo restaurante junto a la Puerta de Alcalá de cocina vasco-navarra en formato bistró regentado por las hermanas Arantxa y Marta Martínez.

Y para terminar, un sitio curioso en el que se come bien, es muy, muy bonito y está en una ubicación singular. Se trata de La Cúpula de Los Peñotes, en el invernadero del mismo nombre, uno de los centros de jardinería de la gente bien (no en vano, está en la Moraleja) de la ciudad. Está rodeado de plantas y flores, es elegante y resulta un espacio excepcionalmente agradable, perfecto para encuentros de grupos pequeños o para eventos más multitudinarios.