El Madrid de

La Ordenatriz: «No hay nada más democrático que una mancha»

La estrella del orden y la limpieza. Gracias a sus trucos y enseñanzas, ha salvado de apuros y entretiene a 1.3 millones de seguidores

Begoña Pérez, La Ordenatriz, es madre de siete hijos y hasta hace dos años no se había imaginado que pudiera llegar a tener la relevancia que hoy ostenta. A través de las redes sociales, donde acumula cerca de medio millón de seguidores, se ha convertido en la influencer de referencia en España sobre orden y limpieza. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 28 02 2024
Begoña Pérez, La Ordenatriz, es madre de siete hijos y hasta hace dos años no se había imaginado que pudiera lAlberto R. RoldánFotógrafos

El duelo tras la pérdida de su padre (2017) fue el punto de inflexión. «Me sentía perdida, todo se me olvidaba, mentalmente estaba desordenada y se veía reflejado en casa». Así Begoña inicia su camino como La Ordenatriz.

¿Quién no ha seguido sus trucos y quién no la conoce? Y como donde cabe el agradecimiento no cabe la queja, tras la muerte de su padre, Begoña empezó a entender que no quería perderse a su familia, a sus amigos y su vida. «Tengo que aprender a reordenar», confiesa que pensó en aquel momento. Todo ello a la vez que se sintió inspirada releyendo por segunda vez a Marie Kondo.

Empezó a subir contenido a redes sociales ordenando casas ajenas, algo que no parecía que fuese a cobrar gran repercusión. Pero los giros de guion que trajo la Covid y la pandemia superaron cualquier expectativa. «Ahora yo, autónoma, a ver qué hago, no me como un colín», se decía a sí misma entonces. A partir de lo cual, el contenido de redes fue mucho más orgánico y cotidiano. «Me puse a contar truquillos, lo mismo me daba por ordenar que por limpiar. Lo del tinte en casa no te imaginas la repercusión que tuvo», cuenta a LA RAZÓN. Y con esas, los espectadores que seguían las redes de Begoña crecieron vertiginosamente de mil a más de un millón.

Begoña hace una reflexión sobre la velocidad del tiempo y los pocos momentos de pausa, tanto es así que a veces no nos damos cuenta de las situaciones a las que tenemos que hacer frente: «Todos experimentamos crisis vitales en distintas etapas. La adolescencia, los niños soy muy desordenados en esa edad y todavía no se encuentran; cuando eres madre; cuando encuentras trabajo; cuando te casas; o cuando alguien desaparece de tu vida… son momentos que te obligan a recolocarte».

La excelencia en el orden

Desde su experiencia como Ordenatriz, una de los aspectos que más le llama la atención es cómo, en general, a las personas nos cuesta desprendernos de las cosas, que por costumbre o vínculo emocional guardamos pero que rara vez usamos. «No somos capaces de desprendernos de cosas que igual llevamos años sin ponernos. Tenemos cierto apego nostálgico». Y además deja algo claro: «Todos somos humanos y las manchas nos atacan a todos, no pasa nada. No hay nada más democrático que una mancha», dice mientras ríe. Su fórmula pasa por la combinación de trucos tradicionales de la vieja escuela e innovación. Begoña considera que ya es un paso muy importante el decidir empezar a ordenar. «Uno siempre empieza con mucha ilusión, lo malo verdaderamente es acabar. Ese momento de la cama o la habitación llena de cosas generando un gran desorden, lo que consecuentemente produce una carga psicológica muy pesada», explica.

Begoña Pérez, La Ordenatriz, es madre de siete hijos y hasta hace dos años no se había imaginado que pudiera l
Begoña Pérez, La Ordenatriz, es madre de siete hijos y hasta hace dos años no se había imaginado que pudiera lAlberto R. RoldánFotógrafos

Por suerte (o por su forma de ser), entre los millones de seguidores de Begoña, ella se ha librado de los famosos «haters». Si algo es notoriamente sabido del mundo virtual es que la gente reclama lo real. Considera que se debe a su naturalidad y comunicación directa con la comunidad. Cuando uno es sincero y natural, el receptor lo nota. «Yo no me escondo en manifestar mis problemas, mis luchas y mi día a día como ser humano que soy».

No obstante, también señala que es muy difícil, y a veces imposible, atender todas las peticiones. Al día, interactúa con una media de 300 y 400 personas a través de mensajes. «Trato de responder siempre, pero no es fácil». Y nos lleva a la reflexión de la importancia de parar, sobre todo, teniendo que gestionar al mismo tiempo una vida personal con siete hijos a cargo, como es el caso de Begoña.

Confiesa haberse perdido muchas películas y muchos momentos de calidad. «Lo llevo fatal, si estuvieran aquí mis hijos me criticarían todos. Me regañan mucho y con razón», reconoce. Y añade: «Me cuesta mucho desprenderme del móvil, estoy trabajando en ello. El hecho de que forme parte de mi trabajo dificulta la capacidad de discernir entre cuándo estoy en un momento privado y personal y cuando me encuentro ejerciendo mi labor como la Ordenatriz», concluye Begoña Pérez, la Ordenatriz.

Recomendación: un libro y conocer la ciudad

Si están por la ciudad y aprovechan para descubrir sus maravillosas librerías –o también espacios de lectura–, «Limpieza, orden y felicidad», puede ser una opción. Como ocurre con las redes sociales de Begoña, la acogida ha tenido un abrazo muy abierto por parte de los lectores. «La guía infalible con todos los trucos de Bego, la Ordenatriz, para que no haya drama doméstico que se te resista», vemos en su portada.

Si lo que les apetece es otro plan, la Ordenatriz recomienda pasear por el Retiro, disfrutar de la infinidad de espectáculos que ofrece la ciudad cada fin de semana, o comer en los míticos La Maruca o Lateral. «La Dolores es otro clásico que no se pueden perder».