Salud mental en las aulas

El proyecto que busca llevar un psicólogo a cada colegio

El estudio Psice reúne evidencias científicas para animar a las administraciones a dar este paso en la prevención de problemas de salud mental en los centros escolares

Borja Jaimes, alumno de 4º de la E.S.O. de 15 años, y la orientadora académica, Concepción López, charlan en uno de los pasillos del Instituto Público Profesor Máximo Trueba en Boadilla del Monte (Comunidad de Madrid).
Borja Jaimes, alumno de 4º de la E.S.O. de 15 años, y la orientadora académica, Concepción López, charlan en uno de los pasillos del Instituto Público Profesor Máximo Trueba en Boadilla del Monte (Comunidad de Madrid). Alberto R. RoldánLa Razón

"La orientadora académica es responsable de organizar las tutorías de todas las clases, planificar los planes de estudio, dar 7 horas a la semana de lengua a los alumnos de diversificación y atender psicológicamente a los casi 1.000 alumnos del centro. Conchi no da abasto". Antonio García, director del Instituto Profesor Máximo Trueba de Boadilla del Monte, una localidad de 62.000 habitantes al oeste de Madrid, detalla las múltiples responsabilidades de la orientadora académica del instituto, Concepción López, Conchi, para explicar por qué se sumaron al Proyecto Psice que el Colegio Oficial de Psicología de Madrid está desarrollando en 13 centros educativos de la región.

"El proyecto Psice procura obtener evidencia científica para intentar convencer a las administraciones de que, al igual que hay un orientador académico por cada centro, crear la especialidad de psicología educativa en la Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.) y bachillerato ayudaría mucho a mejorar la prevención y la detección de los problemas de salud mental de los niños y adolescentes", así resume los objetivos de esta iniciativa el decano del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, José Antonio Luengo. "En base a este estudio con una metodología fiable, queremos aportarles datos que corroboren los beneficios de sumar un psicólogo educativo a la figura del orientador académico", detalla Luengo sobre el proyecto Psice que se está realizando en otras ocho comunidades autónomas (Galicia,Asturias, La Rioja, Castilla La Mancha, Comunidad Valencia, Andalucía, Murcia y Canarias).

Borja charla con Concepción López, la única orientadora académica para los casi 1.000 alumnos del Instituto Público Profesor Máximo Trueba de Boadilla del Monte.
Borja charla con Concepción López, la única orientadora académica para los casi 1.000 alumnos del Instituto Público Profesor Máximo Trueba de Boadilla del Monte.Alberto R. RoldánLa Razón

"El proyecto se está desarrollando en 13 colegios e institutos públicos, privados y concertados en zonas con diferente nivel económico para que las conclusiones científicas sean fiables", cuenta el decano sobre este estudio. El proyecto Psice consta de cinco fases. La primera etapa ha consistido en que el Colegio Oficial de Psicología de Madrid llegue a un acuerdo con estos 13 centros educativos para participar y acompañar en la difusión del proyecto.

"Nos resultó súper interesante", asegura Concepción López, la orientadora académica de 46 años en el Instituto Máximo Trueba, quién admite que, pese a su formación en psicología, en muchas ocasiones su carga de trabajo impide prevenir y detectar a tiempo problemas de salud mental como ansiedad, depresión, conductas suicidas y adicciones a drogas y redes sociales de los niños y adolescentes de entre 12 y 18 años que cursan E.S.O. y bachillerato. "No es suficiente una orientadora para 1.000 alumnos", concluye Concepción, en la misma línea que el director del instituto. En 2021, 4.003 personas se quitaron la vida en España, según el informe anual del Observatorio de Suicidio, convirtiéndose en el año con más suicidios registrados desde que se tienen datos (1906). De ellos, 314 eran menores de edad, un 57% más que en 2020, apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Tras la selección de los colegios e institutos, el proyecto Psice acaba de concluir el estudio de campo mediante el que selecciona una veintena de niños, niñas y adolescentes de E.S.O. y bachillerato participantes en el estudio. La selección consiste en unas preguntas que, de forma anónima, responden todos los alumnos del centro a quiénes los padres han dado permiso. "Casi todas las familias han firmado la autorización", cuenta el director del Máximo Trueba, la única persona que puede acceder al archivo en el que se asocia el número asignado con el nombre del alumno.

"Participé yo y toda mi clase. Preguntaban si te encontrabas bien, si hacías algún deporte, si consumías algún tipo de sustancia… todo este tipo de cosas que todo el mundo quiere saber pero que no se atreven a preguntar a los alumnos", cuenta Borja Jaimes, un alumno de 15 años de 4º de la E.S.O. que llegó hace un año al Instituto Público Profesor Máximo Trueba.

Borja Jaimes, alumno de 15 años que cursa 4º de la E.S.O. en el Instituto Profesor Máximo Trueba, charla con Concepción López, Conchi, en las escaleras del centro.
Borja Jaimes, alumno de 15 años que cursa 4º de la E.S.O. en el Instituto Profesor Máximo Trueba, charla con Concepción López, Conchi, en las escaleras del centro.Alberto R. RoldánLa Razón

"Una vez tienen los datos, los mandan a la Universidad de la Rioja. Siempre con códigos, seleccionan a los chicos o chicas que han concluido que están en riesgo de sufrir ansiedad, depresión o cualquier otro problema de salud mental", detalla la orientadora. "Los alumnos a quienes no detectan riesgo se quedan fuera del estudio. Y a quienes se concluye que están sufriendo problemas se habla con el director, el único que sabe a qué alumno corresponde cada código, para que se le derive a un especialista", detalla el decano del Colegio de Psicología de Madrid.

Los psicólogos del Colegio Oficial de Psicología de Madrid aplicarán dos métodos distintos a cada grupo para obtener conclusiones

"Tras la selección, vamos a hacer dos grupos de 10 u 11 alumnos de distintas edades. En horario extraescolar, vendrán los psicólogos del Colegio Oficial de Psicología. Vamos a trabajar con cada grupo de manera diferente", subraya Concepción. La idea es que, al comparar estos dos grupos, se aporten evidencias científicas de las ventajas para los alumnos de contar con un psicólogo educativo que complemente la figura del orientador académico. "En un grupo vamos a hacer 10 sesiones de técnicas de relajación progresiva con los especialistas. En el otro grupo van a hacer también 10 sesiones con los alumnos, pero con una estrategia Psice de trabajo emocional diseñada por el Colegio de Psicología, un método más sofisticado", explica Conchi con la voz amable y sosegada con la que, pese a su gran carga de trabajo, ayuda a los alumnos del Máximo Trueba a lidiar con los miedos y las inseguridades que son muy comunes en la adolescencia. Desde poco antes de Semana Santa hasta el final de curso, al menos dos psicólogos del Colegio de Psicología, uno por cada grupo, irán una vez a la semana a los 13 centros que participan para ir realizando los 10 talleres con los alumnos cada grupo. "También harán otras dos sesiones en los que participan sus familias", cuenta la orientadora sobre los programas que ambos grupos están a punto de comenzar.

"Queremos animar al gobierno central para que incluya al menos un psicólogo por centro que complemente al orientador", explica el decano del Colegio Oficial de Psicología de Madrid

Tras los 12 talleres, el Colegio de Psicología realizará entrevistas de seguimiento para realizar informes a los 3, 6, 12 y 18 meses que sirvan como evidencia científica a las administraciones. "El Estado es responsable de las especialidades. La investigación pretende aportar datos para que el gobierno central incluya al menos un psicólogo educativo por centro. A las comunidades, la investigación les ayudará a ver cuál es la realidad en los colegios", subraya Luengo.

Tras aprender vectores en matemáticas y llegar de la clase de Educación Física, Borja confiesa que está “un poco estresado”: “Estoy un poco tenso por los exámenes de las últimas semanas y por un problema personal: el entrenador de mi equipo de voleibol no me saca, llevo varios partidos jugando muy poco y me crea frustración”, contaba el adolescente de 15 años que hace poco borró su cuenta de TikTok. "La presión de las redes es fuerte, casi todos las usan y sentía que perdía el tiempo", detalla Borja. La orientadora señala que "las redes sociales aumentan las inseguridades y la necesidad de aceptación por el grupo": "Ahora los adolescentes usan las redes varias horas al día desde su móvil, se comparan mucho con los demás, quieren mostrase contentos, guapos... es la gran diferencia de las últimas generaciones con las anteriores que no tenían internet en el móvil".

Borja y Conchi salen de la sala de profesores del Instituto Público Profesor Máximo Trueba en Boadilla del Monte, uno de los 13 centros de la Comunidad de Madrid que participan en el proyecto Psice para mejorar la prevención y la detección de problemas de salud mental en los alumnos.
Borja y Conchi salen de la sala de profesores del Instituto Público Profesor Máximo Trueba en Boadilla del Monte, uno de los 13 centros de la Comunidad de Madrid que participan en el proyecto Psice para mejorar la prevención y la detección de problemas de salud mental en los alumnos.Alberto R. RoldánLa Razón

"Hablar con los profesores de problemas de salud mental nos cuesta mucho. No tenemos esa confianza y están muy pendientes de su asignatura"

"Si tienes un problema, ¿en qué momento recurrirías al departamento de orientación? ¿tú crees que tus compañeros saben en qué punto deben recurrir?", le pregunta Concepción. "Normalmente nos lo guardamos, reflexionamos solos y nos cuesta pedir ayuda. No sabemos diferenciar en qué punto lo deberíamos hablar con alguien. Aunque tengas un problema grande, lo solemos minimizar". Cuando se animan a contar sus problemas a una persona adulta, Borja asegura que "hablamos primero con nuestros padres o nuestros amigos": "Hablar con los profesores de problemas de salud mental creo que nos cuesta mucho, no tenemos esa confianza. Es difícil. Están muy pendientes de su asignatura de matemáticas, biología o cualquier otra". Conchi asiente y añade: "Si me conocen de haberles dado clase o haber hablado conmigo antes, es más fácil es que vengan a contarme sus problemas", subraya la única orientadora para los cerca de 1.000 alumnos del Instituto Profesor Máximo Trueba de Boadilla del Monte.

"A los profesores nos falta formación para prevenir y detectar problemas de salud mental de nuestros alumnos"

"El máster del profesorado para impartir clases en la E.S.O. y bachillerato no nos da la formación suficiente para saber prevenir y detectar los problemas de salud mental que tienen nuestros alumnos adolescentes", cuenta el tutor de Borja en el Instituto Público Profesor Máximo Trueba, Antonio García de 51 años. "Los docentes de infantil y primaria están más formados por haber hecho la carrera de magisterio", detalla Alberto. La falta de recursos en los colegios se ve acentuada si el orientador académico no es un psicólogo. "Si se sacan la oposición, los orientadores pueden ser graduados en Derecho. No es habitual, pero puede ocurrir", señala el decano del Colegio de Psicología de Madrid. "No tenemos herramientas para detectar que un alumno está sufriendo acaso escolar o conductas suicidas", confiesa Alberto.

"Hablar de suicidio con los profesores no es un tema tabú, pero es incómodo", subraya Borja, alumno de 4º de la E.S.O. de 15 años. Concepción explica que "en la E.S.O. trabajamos gestión emocional y adicciones a drogas y tecnologías, pero no es suficiente": "En el plan de convivencia se organizan una serie de actividades y el plan de acción tutorial se planifica la hora de tutoría. Trabajas de manera preventiva de primero a cuarto de la E.S.O, cuando tienen 12 y 16 años. En primero y segundo nos centramos en las habilidades sociales, expresión emocional, gestión de las emociones... desde tercero y cuarto de la E.S.O. prevención de trastornos de conducta alimentaria, prevención de adicciones a sustancia, a tecnologías… ahí nos ayuda el agente-tutor de la policía de Boadilla". Pese a la mayor concienciación social en temas de salud mental, Conchi lamenta que "con una orientadora para casi 1.000 alumnos es muy difícil lograr una detección temprana que minimice los riesgos de estrés, ansiedad, suicidio o cualquier otro problema, grande o pequeño, relacionado con su bienestar emocional": "Si llegase un psicólogo al instituto, sin duda mejoraría la prevención y la detección de los trastornos psicológicos que cada vez sufren más adolescentes".