Novedad
«Renacimiento turístico» en la industria de la moda
A través de «Rutas por la moda de autor», Madrid se convierte en el destino del tejido artesanal que recoge el reconocimiento de generaciones
La Asociación Creadores de Moda de España (ACME) y la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid han colaborado en la creación de un proyecto innovador llamado «Rutas por la moda de autor en Madrid». Esta iniciativa tiene como objetivo promover el turismo de compras en la Comunidad, que se ha convertido en un destino destacado para descubrir, disfrutar y adquirir moda española, reconocida a nivel mundial. La ruta, recogida en catálogo en inglés y español, realiza un exclusivo recorrido en 43 atelieres, boutiques y ‘flagship stores’ de destacados creadores españoles.
La presentación tuvo lugar ayer en el taller del diseñador Juan Vidal. Y participaron Daniel Martínez, viceconsejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Luís Martín Izquierdo, director general de Turismo de la Comunidad de Madrid, Modesto Lomba, diseñador y presidente de ACME, y Pepa Bueno, directora ejecutiva de ACME. En representación del Ayuntamiento de Madrid asistió Olga María Ruiz Castillo, subdirectora general de Comercio y Mercados. Dichas voces coincidieron en que es necesario poner en valor la moda de autor, teniendo en cuenta la responsabilidad social, la cultura de la artesanía, los oficios de la moda y la responsabilidad medioambiental. Madrid, actualmente puntera en turismo, aprovechará su atractivo para lucir a sus diseñadores, el respeto al oficio y a la memoria de las generaciones.
Luis Martín manifestó su gratitud por la alta participación. «Madrid también es moda en el turismo, algo muy positivo por el buen momento que atraviesa la ciudad posicionándose en mercados internacionales en tiempo récord. La moda supone también el renacimiento turístico» pronuncia. Las visitas a los atelieres buscan ser más que una visita general, sino una experiencia personalizada en cada taller, hablar y conocer la historia de los productos y sus autores. Porque, como dijo Luís, «los turistas buscan cosas auténticas y especiales».
Por su parte, Daniel Martínez resaltó el trabajo modélico, ejemplar y brillante del conjunto de los integrantes. «La moda es una manifestación artística contundente y profunda que conforma cultura e identidad. Pero también es una importantísima industria que genera economía, bienestar y progreso».
«Made in Spain» es, cada vez, un sello más relevante en las etiquetas, así como los complementos y joyas de autor. Y todo apunta que el crecimiento de la capital en todas las industrias, incluida la moda artesanal, no se quedará atrás frente a las reconocidas ciudades en el sector como París, Milán, Londres o Roma.
Dos paradas de lujo
Teresa Helbig es la primera parada. La diseñadora muestra una colección clásica pero rompedora. «Me representa, me siento identificada, cómoda», comenta. Tal y como explica, los procesos para construir nombre no son nada fáciles, hay que tener claro lo que se busca, realizar numerosas pruebas, bordar sobre piel, pintar a mano, marcarlo todo en un bastidor y bordar. Helbig se muestra orgullosa de su trabajo, así lo confirman figuras que frecuentan sus diseños como Luz Casal, Zendaya o Hailey Bieber. «Queremos favorecer el cuerpo de la mujer. Queremos hacer cosas que perduren. Cada una con su estilo pues la forma de presentarse al mundo». Todas las piezas son hechas a mano y a medida, totalmente personalizadas. Los precios oscilan entre los 3.000 y 4.000 euros. No trabajan con stock y el día después de los desfiles ya se pueden conseguir sus prendas. «No nos gusta regirnos por temporadas ni tendencias. Tampoco participamos en la moda y consumo rápido. Nuestro estilo es atemporal, elegante y de toque canalla», indica Teresa. De hecho, el perfil que recurre a Helbig «huye de logotipos». Los materiales son tan amplios como variados, desde terciopelo, cuero, tul de seda, lanas o rafia… «Siempre estamos experimentando, nos ha llevado más de ocho años estudiando sastrería para conseguir posicionarnos». Las prendas estrella de la firma son el vestido y falda y lo que nunca falta en el armario de la diseñadora es el cuero.
Claro Couture ha sido la segunda y última parada para dar el pistoletazo de salida a este ambicioso proyecto. Aquí vemos moda, pero también historias de vida. Couture es el resultado de una empresa familiar y que, recientemente, Beatriz –hija de Fernando, el director y pionero– dirige. Su clientela atraviesa desde bodas, costura a medida o la línea online de ‘pret a porter’. Beatriz cuenta a LA RAZÓN que los principios de la marca, transmitidos por su familia, no son más que esfuerzo, constancia y tesón durante años. «Para nosotros ser hogar y familia es fundamental. Queremos que los clientes vengan y se sientan en casa, vivamos juntos un proceso que nunca olvidarán como puede ser una boda, y con diseños que solamente ellos llevarán, físicamente y en el recuerdo». Dicho proceso incluye un contacto tan permanente y directo «que hasta a veces nos contamos las penas en el atelier», confiesa Beatriz. También informa que el mercado principal, además del madrileño, llega de Arabia, donde se valora mucho el diseño español. Ambos diseñadores perciben con optimismo el futuro que le augura al sector, habiendo superado el bache de la pandemia.
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