Todo el tráfico que circula por la A-5, sobre el paso inferior que conecta con la carretera de Boadilla del Monte, será desviado a partir del lunes a una carretera provisional paralela, construida durante el último mes, para permitir la demolición del paso inferior.

Esta maniobra se realiza para continuar con los trabajos del soterramiento de la autovía, que darán lugar al futuro Paseo Verde del Suroeste.

Según el Ayuntamiento de Madrid, esta nueva fase no implicará cambios para la movilidad de los vecinos de la zona, ya que permanecerá abierta la salida de la calzada norte de la A-5, en sentido salida de Madrid, hacia Boadilla del Monte, así como el giro a la izquierda hacia la calle Carabias, movimiento habilitado en abril tras suprimir el tránsito por el paso inferior.

Desde la puesta en servicio el 1 de marzo de una nueva glorieta en la avenida de los Poblados, a la altura de la calle de Pilar, los itinerarios alternativos para incorporarse a la A-5 se realizan por el enlace de Los Yébenes, la avenida del Padre Piquer y la avenida de los Poblados.

Asimismo, el acceso al barrio de Aluche queda habilitado por estos tres puntos del viario, así como por las calles de Allende y Villadiego para continuar por la calle Meliloto, evitando la zona de obras.

El soterramiento y la creación del Paseo Verde del Suroeste forman parte de una obra de regeneración urbana que recuperará para los vecinos el espacio actualmente ocupado por la autovía, que divide los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas de Campamento y Casa de Campo, este último en el distrito de Moncloa-Aravaca.

Una vez concluida, la intervención reducirá en un 90 % el tráfico en superficie, donde actualmente circulan 80.000 vehículos al día, y disminuirá las emisiones contaminantes.

La cubrición de la A-5 dará continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer, en una actuación de 3,2 kilómetros que priorizará la movilidad peatonal y ciclista, manteniendo una vialidad adaptada al tráfico local y al transporte público.

El nuevo túnel subterráneo contará con dos vanos y tres carriles por sentido.

Así, los carriles más cercanos a la mediana estarán reservados para bus-VAO, con señalización variable que permitirá ajustar su uso según la demanda de tráfico, optimizando así la infraestructura.