Premios

El talento investigador que regresa a Madrid

Sol premia a cuatro jóvenes después de trabajar en el extranjero y liderar ahora proyectos científicos en la región

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a los galardonados
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Todo el talento dedicado a la investigación y la innovación de la región se vio ayer galardonado en la entrega de Premios de Investigación Miguel Catalán, Julián Marías y Margarita Salas. Los dos primeros, enfocados al área de ciencias y humanidades, se crearon en el año 2005. Son herederos de los anteriores premios de investigación de la Comunidad de Madrid que se instituyeron en 1998 con los que desde entonces, se han ido distinguiendo figuras sobresalientes de la investigación madrileña. Fue en el año 2021, y como homenaje a Margarita Salas, cundo se creó un nuevo premio con su nombre para distinguir a las trayectorias investigadoras más relevantes en el área de las biociencias.

Dentro de la categoría de menores de 40 años, cuatro investigadores tuvieron especial protagonismo en la gala de ayer. Ana Ortega, recibió el premio Margarita Salas, por la calidad de sus contribuciones en la investigación del metabolismo del cáncer y envejecimiento. Así como la propuesta de métodos de diagnóstico y tratamiento de pacientes con linfomas. La madrileña estudió biología en la Universidad Autónoma de Madrid y después realizó su tesis en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Después de pasar tres años en Nueva York, donde realizó sus estudios postdoctorales, volvió a la capital para trabajar como investigadora en el CNIO y desde 2021 dirige su propio grupo de investigación en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. «En estos momentos nuestras investigaciones están centradas en el linfoma difuso de células grandes, uno de los más comunes, y en un linfoma específico que se llama de doble hit, que es muy agresivo y con poca cura», aseguraba a LA RAZÓN.

Ana Ortega compartió este reconocimiento con Ángel Goñi. Este investigador madrileño, destaca por sus contribuciones de calidad internacional desde una disciplina interdisciplinar mediante las matemáticas, física, ingeniería, biológica molecular y microbiología. En 2010 finalizó su doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid y después de estar siete años en Inglaterra, volvió al Centro Nacional de Biotecnología perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En 2020, se unió al Centro de Investigación en Biotecnología y Genómica de Plantas. En estos momentos, se encuentran modificando bacterias para que realicen funciones que no hacen de forma natural. «El fin de esta investigación es medioambiental y es fundamental en el escenario en el que nos encontramos ahora de crisis climática, donde existen ecosistemas en colapso por todas partes. Nuestro objetivo es reprogramarlas para que devuelvan el balance a un ecosistema que está dañado», detallaba a este periódico.

El premio Miguel Catalán ha sido para Andrés Castellanos, que centra sus esfuerzos en técnicas e infraestructuras punteras a nivel internacional para la fabricación y estudio de fotodetectores basados en materiales bidimensionales. Destacan sus trabajos centrados en la fabricación de nanodispositivos optoelectrónicos con semiconductores 2D. Castellanos hizo la tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid, realizó una estancia postdoctoral de cuatro años en Holanda y regresó al Instituto IMDEA Nanociencia. En la actualidad, trabaja como científico titular en el Instituto de Ciencias de Ciencia de Materiales del CSIC. «Mi trabajo se centra en desarrollar nuevos materiales para la electrónica y recientemente seguimos la línea que busca integrar estos materiales novedosos en sustratos biodegradables para lograr una electrónica de usar y tirar», explicaba.

Por último, el galardón Julián Marías fue para Miguel Almunia, profesor de la Facultad de Empresa, Economía y Derecho de la Universidad CUNEF, gracias a sus evaluaciones de los efectos de las políticas públicas en el comportamiento de los agentes económicos, especialmente de las empresas. Después de estudiar en la Universidad Carlos III, Almunia ha pasado por Harvard, Berkeley y Warwick, hasta que hace cinco años decidió volver a la capital. En estos momentos se encuentra trabajando en un estudio sobre el funcionamiento del IVA en diferentes países y sobre cómo responden las empresas al incentivo que hay frente a la inversión en I+D. «Para ello uso datos que tiene la administración publica, que son muy ricos y que debería haber mayor acceso de los investigadores para poder estudiar en ciencias sociales que son muy importantes y de los que no sabemos suficiente».

Nuevo centro de estudio de Patrimonio

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó este acto para anunciar la creación de un nuevo Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) de Patrimonio, especializado en investigación en arqueología y paleontología que profundizará en el estudio de la evolución humana. Con este nuevo centro público, la Comunidad de Madrid amplía por primera vez desde su creación, hace ahora 16 años, la red de IMDEAs, que cuenta actualmente con siete dedicados a diferentes áreas estratégicas. El IMDEA de Patrimonio seguirá este modelo de buscar la excelencia en la

investigación, y abarcará el estudio de los aspectos culturales como el artístico, científico o el industrial.