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Medio Ambiente

Renovables e Hidrógeno, las claves del futuro energético español

Naturgy es el ejemplo de que el futuro y presente de las empresas españolas de energías renovables pasa por la internacionalización, la innovación en tecnologías limpias y en apostar por la sostenibilidad

Energías renovables
Energías renovablesLa Razón

El 21% del total de empresas que pertenecen al Ibex 35 tiene una Comisión de supervisión de la Sostenibilidad. Esto es: un organismo plenamente dedicado a revisar los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno de la entidad. La cifra crece cada año. Cabe preguntarse por qué. La respuesta, entre otras razones, está en que las compañías que disponen de este tipo de institución especializada obtienen una calificación un 20% superior a aquellas empresas que no hacen referencia explícita a la sostenibilidad, según el último informe de Forética.

España asiste, desde hace algunos años, al despegue y la integración de criterios de inversión sostenible -los ESG, por sus siglas en inglés, Environmental, Social and Governance-como Governance-como una práctica generalizada en la industria. Naturgy es un buen ejemplo de ese 21 por ciento de empresas del Ibex que, este año, crearon una Comisión de Sostenibilidad específica. En este sentido, la compañía ha demostrado un firme compromiso con la sostenibilidad y la gestión ESG, avanzando en cada una de estas áreas con actuaciones concretas.

Esta afirmación puede traducirse en cifras. Y es que, a nivel medioambiental, Naturgy ha obtenido avances importantes sólo en los últimos dos años, durante los que ha reducido de manera considerable su huella ambiental. En concreto, el grupo ha disminuido un 25% sus emisiones directas de gases de efecto invernadero, un 30% el consumo del agua y un 75% los residuos generados.

Además, Naturgy ha sido reconocida, de forma reciente y por décimo sexto año consecutivo, como una de las empresas más sostenibles del mundo, según el Dow Jones Sustainability Index, el índice que distingue aquellas compañías del planeta con mejores prácticas de sostenibilidad. Por otro lado, ha sigo galardonada por la Comisión Europea como una de las empresas más repetuosas con el planeta en los Premios Europeos de Medio Ambiente a la Empresa.

La multienergética lleva años dando pasos decisivos para apoyar la transición energética, avanzando hacia un mix energético más sostenible. En 2019, la compañía fue una de las primeras grandes energéticas en comunicar el cierre de todas sus plantas de carbón y se ha convertido en uno de los principales actores en apostar por las energías limpias.

Además, la compañía se convirtió el pasado año en uno de los principales inversores en renovables, con una inversión de más de 1.000 millones de euros. También aumentó el peso de estas energías hasta el 27% en su mix energético, con 4.500 megavatios, megavatios, destacando el fuerte despliegue desarrollado en España a través de la puesta en marcha de 667 MW eólicos y 250 MW de energía solar, así como los proyectos que se están desarrollando en Chile y Australia.

RENOVABLES EN AUSTRALIA

El futuro y presente de las empresas de energías renovables está en la internacionalización. No hay mercado en el mundo que no se rinda ante la experiencia y el «know-how» de las empresas españolas del sector. ¿Pero qué países son los más atractivos y los que ofrecen mejores oportunidades de negocio? Naturgy apuesta por el crecimiento en proyectos renovables tanto en España como a nivel internacional, avanzando en su posicionamiento de negocio para la transición energética. La compañía anunció que va a construir en los próximos meses «diversos proyectos renovables en distintas Comunidades Autónomas en España».

A nivel internacional, Naturgy informó hace pocos días de que ampliará su presencia en Australia con un quinto parque eólico. Global Power Generation (GPG), empresa filial de Naturgy Energy Group (75%) y Kuwait Investment Authority (25%), recibió la adjudicación de un contrato para construir un parque eólico de 97 MW ubicado en Hawkesdale, en el estado de Victoria, aproximadamente a 270 kilómetros de Melbourne (Australia).

El contrato adjudicado es un PPA (acuerdo de compra de energía) con Amazon a 15 años por una energía equivalente a 97 megavatios de capacidad. Dadas las características del contrato y las condiciones del mercado australiano, uno de los países más atractivos para invertir en renovables, «el proyecto cumple plenamente con los criterios de inversión y rentabilidad exigidos por Naturgy para la creación de valor», según la compañía.

El parque eólico de Hawkesdale será la quinta inversión de Naturgy en Australia. Con este proyecto, la compañía española alcanzará una capacidad renovable de más de 700 MW en el país, contando el parque eólico Crookwell 2 (96 MW), actualmente en operación; Berrybank Stage-1 (180 MW), que estará operativo próximamente; Berrybank Stage-2 (107 MW) y Ryan Corner (218 MW), ambos en desarrollo.

Desde la compañía que preside Francisco Reynés destacan que han conseguido recientemente contratos para diferentes proyectos renovables en Australia, que supondrán el desarrollo de una capacidad superior a 400 MW, aumentando en más de un 150% su capacidad instalada actual en el país y convirtiéndose en uno de los dos productores independientes de energía eólica más importantes de Australia.

A esto hay que sumarle que la compañía tiene una cartera de proyectos de más de 600 MW en el país y aspira a convertirse en uno de los principales operadores renovables independientes en Australia en los próximos tres años, alcanzando una capacidad total de más de 1,3 GW.

EL POTENCIAL ESPAÑOL

Del lado de la innovación, Naturgy lleva años investigando el desarrollo del hidrógeno. «Su característica como recurso renovable, la infraestructura existente y su posición geoestratégica, hacen que España tenga todo el potencial para convertirse en exportador de hidrógeno en el futuro», afirma el director del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC), Juan Ramón Morante y uno de los autores del estudio «Hidrógeno. Vector energético de una economía descarbonizada», publicado por la Fundación Naturgy y elaborado por un grupo de expertos del IREC.

En esta línea, a finales de noviembre, cabe señalar que la compañía energética se sumó a la European Clean Hydrogen Alliance, un grupo creado y promovido desde la Comisión Europea para impulsar el desarrollo del hidrógeno a 2030. Así mismo, anunció que investigará hasta 2023 el hidrógeno verde procedente de aguas residuales en la Unidad Mixta de Gas Renovable de Galicia.

En su compromiso por potenciar el uso de este recurso en España, Naturgy firmó este lunes un protocolo de colaboración con la Generalitat Valenciana para reforzar el desarrollo del hidrógeno verde en esta Comunidad. El objetivo es crear un marco de trabajo que fomente la colaboración público-privada para el impulso de esta fuente de energía.

La compañía se encuentra actualmente trabajando en dos proyectos en la Comunidad Valenciana que a largo plazo se convertirán en los grandes «hubs» de producción de hidrógeno en Valencia. Junto con los dos clústeres de la industria cerámica valenciana (la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos y la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos, Naturgy está investigando la posibilidad de introducir mezclas de hidrógeno en sus procesos productivos o para la inyección en la red.

La multinergética, junto a otros 7 socios, desarrolla también el proyecto demostrativo IPCEI -siglas de Proyecto de Interés Europeo para la Comisión Europea- Orange Bat, que pretende introducir el hidrógeno en vehículos, grúas y otras infraestructuras del Puerto de Valencia.

El hidrógeno, llamado a ser el combustible del futuro, forma parte de los denominados gases renovables, una fuente inagotable de energía almacenable, para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles a favor de energías obtenidas de fuentes renovables, según los expertos del IREC. El uso de los gases renovables como combustibles alternativos en movilidad, de emisiones neutras en términos de carbono, plantea una alternativa de rápida implantación en el corto-medio plazo debido a que la tecnología para su uso ya está disponible en el mercado.