Asia

Nicaragua decide establecer relaciones con China

El líder sandinista autorizó que un número indeterminado de militares, naves y aeronaves rusas ingresen del 1 de julio al 31 de diciembre de este año
El líder sandinista autorizó que un número indeterminado de militares, naves y aeronaves rusas ingresen del 1 de julio al 31 de diciembre de este añoAlfredo ZunigaAP

China y Nicaragua firmaron hoy viernes un comunicado conjunto sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Se trata de una decisión acertada, en el lado correcto de la historia y alineada con la tendencia general del mundo. Ya son 181 los países que reconocen el principio de una sola China.

Horas antes, el Gobierno de Nicaragua anunciaba el reconocimiento del principio de una sola China, rompiendo a su vez sus denominadas “relaciones diplomáticas” con Taiwan, un territorio que ahora reconoce como parte inalienable de la República Popular China.

Desde una mirada retrospectiva, Centroamérica fue siempre un bastión impenetrable de Taiwan, que recurrió a la “diplomacia del dinero” hasta 2007, cuando Costa Rica se convirtió en el primer país centroamericano en establecer relaciones diplomáticas con China en este nuevo siglo XXI.

El ex presidente de Costa Rica Óscar Arias fue quien decidió establecer relaciones diplomáticas con China, reiterando firmemente que se trató de una decisión “correcta”.

Los números están ahí. Y no mienten. En agosto de 2011, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre China y Costa Rica, gracias al cual el volumen de los intercambios bilaterales aumentaron desde 713 millones de dólares, en 2007, hasta los 2.466 millones de dólares del año 2018, diversificando cada vez más las exportaciones de Costa Rica hacia China.

La elección correcta de Costa Rica es un espejo para otros países centroamericanos. Panamá, República Dominicana y El Salvador también establecieron, de manera sucesiva, relaciones diplomáticas con China. Y la virtual vencedora de las elecciones hondureñas, Xiomara Castro, ha manifestado su voluntad de continuar con esta corriente durante su campaña electoral.

Estos cambios positivos demuestran, una vez más, que el principio de una sola China concuerda con la tendencia de los tiempos, responde a la voluntad del pueblo y se ajusta al consenso de la comunidad internacional.

Un puñado de países, sin embargo, se ha opuesto a esta corriente. Algunos han jugado con fuego, en repetidas ocasiones, sobre la cuestión de Taiwan. Han intentando cruzar esta línea roja para contener el desarrollo de China.

Una semana antes de las elecciones presidenciales hondureñas, el secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU., Brian Nichols, hizo una visita de urgencia a Honduras, donde mantuvo varios contactos con los actores clave en esos comicios.

Durante dichos encuentros, Nichols trasladó a los candidatos presidenciales, como Castro, la postura estadounidense de que Honduras debía continuar manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwan.

Sin embargo, los “pequeños trucos” de EE. UU. no lograron alterar las elecciones generales en Honduras ni prevenir que Nicaragua acabara tomando una decisión justa e igualmente beneficiosa para su pueblo.

China, como motor principal del crecimiento económico mundial, es el segundo mercado importador más grande del mundo desde hace 12 años consecutivos, lo cual representa un gran mercado e inmensas oportunidades para Latinoamérica.

A través de la Exposición Internacional de Importaciones de China, entre otras ferias internacionales, China ha manifestado al mundo la determinación de llevar su apertura hasta el más alto nivel.

Pese a los efectos negativos de la pandemia de COVID-19, el comercio de China con América Latina mostró una enorme resiliencia, alcanzando los 369.000 millones de dólares durante los diez primeros meses de 2021, lo cual equivale a un incremento interanual del 43,1 por ciento.

Además, en la lucha conjunta contra la COVID-19, China ha enviado unos 40 millones de artículos de protección individual y más de 300 millones de dosis de vacunas a los países latinoamericanos y caribeños, más de la mitad de todas las dosis administradas en esta región.

Ojalá que esta elección de Nicaragua no tarde mucho en demostrarse igual de “correcta” como la costarricense y la de la mayoría del mundo.