Energía
Claves para entender la revolución de los contadores inteligentes de gas
El uso de tecnología avanzada logrará mejoras en eficiencia energética, seguridad y calidad del servicio, al tiempo que permitirá la integración de los gases verdes
Se calcula que en España hay instalados casi ocho millones de contadores de gas natural, de los que cerca de seis deberán haber sido reemplazados en su totalidad por unidades inteligentes antes del 1 de enero de 2034. El cambio supondrá para las distribuidoras una inversión de 800 millones de euros.
Se estima que esta sustitución de contadores proporcionara beneficios que van, desde una reducción del consumo y de las emisiones de efecto invernadero, hasta una mejora del servicio para reducir reclamaciones, pasando por el establecimiento de sistemas de tarificación avanzados o una mayor detección y prevención del fraude, entre otros.
Adicionalmente, los nuevos contadores inteligentes facilitarán la penetración de gases renovables –inicialmente soportarán una mezcla del 10% de hidrógeno, que podrá reforzarse más adelante–, y serán compatibles con el biometano y los gases sintéticos, de modo que permitirán avanzar por la senda de la descarbonización.
Los contadores inteligentes de gas, que sustituirán a los actuales modelos analógicos, son el futuro para el sector gasista, ya que suponen un importante paso en la modernización del sector, al introducir el uso de tecnología avanzada para lograr mejoras en eficiencia energética, seguridad y calidad del servicio, al tiempo que permitirán el uso e integración de los gases verdes.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima en 110 millones de euros el beneficio que supondrá para la sociedad el cambio a estos nuevos contadores por la mayor eficiencia energética y la reducción del impacto medioambiental. Otros países del entorno, como Italia y Francia, ya han acometido su despliegue con éxito y, en Europa, ya existen más de 45 millones de contadores digitales instalados.
Naturgy es una las cinco compañías que acometerá el cambio de contadores en los próximos años. A través de su distribuidora de gas Nedgia, instalará más de 5,5 millones de estos aparatos inteligentes de gas en el país. La energética ya ha puesto en marcha proyectos piloto que contemplan la instalación de más 30.000 dispositivos digitales en Comunidades como Castila y León, Cataluña, Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid, "con resultados muy satisfactorios", ya que, tal y como afirman desde la compañía, "les está permitiendo disponer del 99% del detalle diario de lecturas de los clientes, frente al sistema actual que fija lecturas bimestrales y una lectura mínima anual".
4 ventajas de los nuevos contadores inteligentes de gas
Eficiencia en el consumo y ahorro en la factura: De acuerdo con Naurgy, el acceso a la lectura real del contador, de forma remota y digital, permite optimizar el consumo. El despliegue supondrá un ahorro de más del 4% del consumo nacional de gas, según el “Plan + Seguridad para tu Energía” y el RDL 18/2022 que aprueba medidas para la reducción del consumo de energía. Este ahorro será posible gracias al acceso por parte del usuario a una información mucho más detallada sobre hábitos de consumo.
Mejora del servicio al cliente: la instalación de estos contadores eliminará las actuales estimaciones de lectura, lo que supondrá una mejora del servicio en aquellos casos en los que los contadores se encuentran en el interior de las viviendas o en zonas de difícil acceso. De la misma forma, estos contadores permitirán una agilización de los trámites vinculados con los altas, bajas o cambios de comercializadoras por parte del cliente, que se realizarán con la lectura real, evitando estimaciones. Los contadores digitales mejorarán la seguridad de las instalaciones de gas natural.
Mejora en la operación del sistema, modernización y digitalización del sector del gas natural: Los balances de energía serán precisos, reduciendo las incertidumbres de los comercializadores y sus desvíos en las compras, lo que se traducirá en menores costes para los consumidores. También contribuirán a la modernización y digitalización de la infraestructura gasista.