
Medioambiente
La transformación industrial hacia una economía verde
La industria se enfrenta a un largo camino hacia la neutralidad climática que conlleva grandes retos tecnológicos y estructurales

La visión de una sociedad neutra en emisiones en España y la Unión Europea es un objetivo que requiere ajustes estructurales en el sector industrial. Es crucial destacar que alcanzar este objetivo depende de un marco normativo y una política industrial que incentiven a las empresas del sector a invertir en procesos de bajas emisiones que puedan operar a escala comercial en los próximos años.
Un marco económico favorable para la transición implica no sólo modelos de negocio propicios para el cambio tecnológico en los diversos sectores industriales; debe promover además el uso sostenible de materiales en toda la cadena de valor y fomentar la circularidad de los materiales después de su vida útil.
Esta son algunas de las conclusiones del estudio "Perspectivas para la transformación industrial hacia una economía verde", publicado por la Fundación Naturgy y elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia Comillas, en el que se repasan la complejidad de la industria, las políticas de descarbonización actuales y los retos a los que se enfrenta el sector industrial para alcanzar la neutralidad de emisiones.
El informe explora los principales retos para la transformación industrial con el objetivo de ofrecer una visión global de los retos tecnológicos, económicos, sociales y políticos a los que enfrentarse.
Además, de acuerdo con este estudio, el sector industrial se enfrenta a unos retos de descarbonización que no son comparables con los de otros sectores de la economía, ya que los esfuerzos y tecnologías necesarios para conseguirlo pueden variar significativamente entre una actividad y otra, debido a los diferentes procesos de producción. Por eso, la transición energética de la industria requiere de tiempo y una política industrial europea que acompañe e incentive la formación de un Mercado Único neutro en emisiones, capaz de fomentar la competitividad tecnológica.
Industria en España
Con una contribución del 12,3% al valor añadido del país, la industria es uno de los sectores clave para la economía española, pero también uno de los mayores emisores de gases de efectos invernadero. Su huella de carbono se sitúa actualmente sobre el 24,1% de todas las emisiones directas del país, pese a que ha logrado reducir su intensidad energética en un 25% desde el año 2000 y, por lo tanto, también las emisiones directas.
El sector industrial tiene un largo recorrido hacia la neutralidad climática con importantes desafíos tecnológicos. Para Pedro Linares, profesor del ICAI-IIT de la Universidad Pontificia Comillas, y uno de los autores del informe “las tres cosas más difíciles de solucionar son, primero, la provisión de energía térmica a muy alta temperatura; segundo reto, las emisiones de proceso, las emisiones de gases de efecto invernadero que no tienen nada que ver con la energía que utilizas; y tercer reto, la gran diversidad que hay en cuanto te sales de los grandes sectores intensivos”.
Por su parte, Timo Gerres, coautor del informe y docente e investigador invitado del ICAI-IIT de la Universidad Pontificia Comillas, considera que “es necesario contar con un marco normativo y una política industrial que, por una parte, evite la deslocalización y la fuga de carbono, y por otra, incentive a las empresas del sector a invertir en procesos de bajas emisiones que puedan operar a escala comercial en los próximos años y, de esa forma, crear un clima de competitividad en la carrera tecnológica asociada con la transición a largo plazo, mediante mecanismos que no frenen al libre comercio en los mercados globales”.
Prioridad europea
Políticas europeas como la Ley Europea del Clima evidencian que la transformación de la industria es una prioridad en la Unión Europea. La coordinación entre estas políticas y las industriales es fundamental para generar un mercado ágil e inteligente que vaya más allá de los planes y propuestas actuales. Además, las medidas regulatorias existentes, así como las nuevas políticas dirigidas al consumo sostenible, resultan claves para crear mercados verdes a la vez que una economía circular que incentive el reciclaje y el uso sostenible de materiales en toda la cadena de valor, garantizando la circularidad de los recursos después de su vida útil.
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