Descarbonizacion
Transporte sostenible, un viaje hacia la descarbonización
El transporte se enfrenta a grandes retos para transitar hacia modelos menos contaminantes y más sostenibles
El sector del transporte se ha convertido en uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, contribuyendo de forma significativa al calentamiento global. Según la Agencia Internacional de Energía, alrededor del 24% de las emisiones globales de CO2 provienen de este sector, incluyendo automóviles, camiones, aviones y barcos, todos esenciales para la economía, pero nada buenos para el medio ambiente.
En España, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) eleva la cifra hasta el 30,7%, siendo el transporte por carretera el principal emisor, con un 28,4% del total nacional.
La transición hacia fuentes de energía limpias y renovables es fundamental para garantizar un futuro sostenible, especialmente en el sector del transporte, ya sea de personas o mercancías. No obstante, y más allá de los esfuerzos de coordinación que hay que hacer a escala global, aún persisten numerosos desafíos e incertidumbres por resolver. Sin embargo, existen ya múltiples iniciativas y avances tecnológicos que están impulsando una transformación significativa en el ámbito del transporte, orientándolo hacia un modelo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Modelos más sostenibles
El gas natural para vehículos, también denominado GNV (gas natural vehicular), constituye una alternativa más económica y sostenible a los combustibles tradicionales. Se trata del mismo gas natural que se emplea en la calefacción o el agua caliente, pero en unas condiciones especiales de presión y temperatura que permite la carga en vehículos: gas natural comprimido (GNC) para turismos y vehículos ligeros, y gas natural licuado (GNL) para camiones pesados y de largo recorrido ya que proporciona autonomías de más de 1.500 km.
Su uso reduce las emisiones de NOx, partículas y CO2, así como la contaminación acústica. Empresas energéticas como Naturgy impulsan el desarrollo de gases renovables como el biometano y el hidrógeno, adaptando infraestructuras para facilitar la transición energética y colaborando con empresas de transporte en soluciones de repostaje de hidrógeno verde.
En este espíritu colaborativo se enmarca el acuerdo firmado hace escasas semanas entre Naturgy y Venture Global -empresa estadounidense que produce y exporta gas natural licuado- para la adquisición de un millón de toneladas anuales de gas natural licuado (GNL). Como explica Jon Ganuza, director general de Aprovisionamientos y Mercados Mayoristas de Naturgy. “analizamos de manera continuada las oportunidades que pueden surgir para nuevas fuentes de suministro en el actual contexto geopolítico y de transformación del modelo energético global”. En su opinión, “este contrato afianza nuestro rol como suministrador global de gas natural y nos ayuda a garantizar un suministro seguro, flexible y competitivo a todos nuestros clientes”. De hecho, la energética española, gestiona una de las carteras de contratos de compra y venta de gas más amplias y diversificadas del sector, con presencia en Europa, EE.UU., Asia y el Caribe.
También los vehículos eléctricos (VE) se perfilan como una de las posibles soluciones. Países como Noruega y Alemania están liderando el camino con políticas que incentivan la adopción de este tipo de vehículos mediante subsidios y un crecimiento exponencial de las infraestructuras de carga. Según la Agencia Internacional de Energía, se espera que en 2030 haya más de 230 millones de VE en las carreteras a nivel mundial.
El fortalecimiento del transporte público constituye otra estrategia clave. Ciudades como Singapur, Copenhague, Londres o París destacan a nivel mundial por sus sistemas de transporte público eficientes y ecológicos. En España, ciudades como Barcelona han desplegado una red de carriles bici que supera los 300 km, y su flota de transporte público incluye autobuses eléctricos e híbridos. Madrid también ha renovado su flota de autobuses con modelos eléctricos y de gas natural.
Digitalización y nuevas formas de movilidad
La inteligencia artificial y el big data están revolucionando la gestión del tráfico y la eficiencia energética. Sistemas inteligentes permiten la toma de decisiones en tiempo real, optimizando rutas y “anticipando atascos”. Además, la movilidad compartida, bicicletas y patinetes eléctricos están reduciendo la dependencia del vehículo privado e impulsando alternativas más sostenibles. La digitalización también se aplica a la gestión de corredores verdes, diseñados específicamente para vehículos pesados y de mercancías, buscando reducir las emisiones contaminantes, optimizar el flujo de tráfico y fomentar el uso de tecnologías limpias en el transporte de larga distancia.
En el ámbito del transporte terrestre, los corredores verdes, tanto para personas como para mercancías, se abren paso en el terreno de las soluciones innovadoras. Países como Alemania, Francia y España desarrollan rutas que conectan puertos y centros logísticos, equipadas con estaciones de recarga para camiones eléctricos y de gas. Alemania, por ejemplo, prueba autovías electrificadas con catenarias para camiones híbridos, mientras que el corredor mediterráneo español aspira a integrar el norte de África con el este de Europa, a través de una red ferroviaria eficiente y sostenible.
El sector aéreo también se suma a la sostenibilidad con rutas verdes entre aeropuertos y la adopción de Combustibles Sostenibles para Aviación (SAF). Varios países han comenzado a desarrollar corredores verdes entre los principales aeropuertos. Estas rutas suelen conectar ciudades estratégicas y cuentan con incentivos para aerolíneas que adopten prácticas más ecológicas. Por ejemplo, el corredor Madrid-Barcelona ha reducido las emisiones hasta en un 15% en los vuelos que utilizan combustibles sostenibles y rutas optimizadas.