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Verde

Por un futuro sin residuos

En Europa la tasa de circularidad subió en 2023 hasta casi un 12%, mientras que en España hemos visto cómo se reduce hasta el 8,5%

Contenedor amarillo de reciclaje Ecoembes

Rosa Trigo es CEO de Ecoembes, Licenciada y Doctora en Ciencias Químicas y PDG por el IESE.

El medio ambiente necesita que miremos hacia el futuro con un enfoque positivo. Con el convencimiento de que, a pesar de todo, tenemos por delante retos complejos, pero también apasionantes, que nos harán evolucionar hacia nuevos paradigmas en la sostenibilidad global.

A veces no somos lo suficientemente conscientes de todo lo que hemos logrado. ¿Suficiente? Es muy probable que no lo sea, pero no tanto por la escasez de lo conseguido, sino por el hecho de que los problemas cambian, mutan y se transforman, obligando a hacer lo propio con las respuestas que diseñamos para mitigarlos. Recordemos que la sostenibilidad no es una meta, sino un camino.

En los últimos meses de 2024, hemos visto menos avances de los esperados en las tres COP (Conferencia de las Partes de Naciones Unidas) celebradas sobre Cambio Climático, Biodiversidad y Desertificación, así como en la Cumbre sobre las medidas para reducir el impacto ambiental de los plásticos. Sin embargo, la contaminación de la naturaleza y los impactos del cambio climático nos devuelven la peor cara de nosotros mismos.

Además, aunque en Europa la tasa de circularidad en 2023 ha subido tres puntos hasta llegar al 11,8%, en España hemos visto cómo se reduce hasta el 8,5%. Mucho por hacer y trabajar para doblegar la curva en los aspectos menos deseables, provocando una aceleración en la implementación de la economía circular como referente global para todo tipo de actividad humana.

Hacer posible el reciclaje de envases en España ha sido el objetivo de Ecoembes desde que nacimos como organización, dando respuesta a las necesidades ambientales de las empresas, colaborando con las administraciones públicas y posibilitando satisfacer una demanda social para preservar el Planeta. Hemos creado un círculo de estrecha colaboración logrando que el reciclaje forme parte fundamental de la vida de la ciudadanía.

Pero necesitamos más. Los problemas complejos necesitan de respuestas complejas y, sobre todo, transversales. Debemos aspirar a un futuro sin residuos. Y eso pasa por entender que reciclar no es la solución, sino parte de la solución. En este nuevo enfoque, debemos huir de la sinécdoque, de entender una parte por el todo, porque la circularidad es mucho más que reciclar. Es sobre todo reducir, pero también rediseñar, reutilizar, recuperar, rehabilitar, regenerar... Y, como última opción, reciclar.

Somos conscientes de que el panorama se vuelve más complicado, porque el reto es mayúsculo. Los impactos ambientales de la actividad humana, especialmente en lo que se refiere a generación de residuos, son insostenibles. El Planeta no aguanta más la creciente presión humana que genera extraer, producir, consumir y desechar.

Ya hemos sobrepasado seis de los nueve límites planetarios que los expertos indican como críticos. Es el momento de recordar que sin medio ambiente no hay economía que valga, porque el crecimiento nunca puede ser infinito en un entorno limitado.

La actividad que desarrollamos promoviendo el reciclaje de los envases domésticos, y ahora también comerciales e industriales, nos permite colaborar activamente en el freno a este sobre exceso en los límites planetarios y en los impactos sobre el Planeta, siempre compaginando esta meta con la búsqueda de la mejora del bienestar humano y el cumplimiento de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Nosotros queremos ser parte del cambio, desde una gobernanza basada en principios y valores como la integridad, la transparencia, la sostenibilidad, la colaboración, la eficiencia, el rigor, la innovación y la proactividad. Pero el cambio requiere de corresponsabilidad de toda la sociedad, a nivel global, y disposición para hacer las cosas de manera diferente.

Creemos que esta es mejor forma de construir en positivo y afrontar todos los retos que hemos de superar en 2025. Como dijo Charles Darwin, «no es la especie más fuerte ni la más inteligente la que sobrevive, sino la que mejor se adapta a los cambios». En ello estamos. Porque si no hacemos una transformación radical de nuestra manera de vivir de manera urgente, no alcanzaremos un futuro sin residuos.