Verde

Una industria con las ruedas pinchadas: el recauchutado español, en riesgo

El sector dedicado al tratamiento de neumáticos lanza una llamada de auxilio en defensa de su modelo de economía circular frente a la opción «barata» de China

Recauchutado. Reciclaje de neumáticos.
Recauchutado y reciclaje de neumáticosDreamstime

La industria del recauchutado en España y Europa se encuentra en una situación crítica y corre un grave riesgo de desaparecer. Es el mensaje sin medias tintas que lanzan la Asociación Española de Neumáticos Reciclados (AER) y Tratamiento de Neumáticos Usados (TNU), con motivo del foro «La industria europea del recauchutado en peligro», en el marco de Motortec, la feria de la automoción celebrada el 24 de abril en Ifema.

Según los principales representantes del sector, este proceso de economía circular –que permite alargar la vida útil de los neumáticos reutilizando su estructura interna– está al borde de la extinción. ¿El motivo principal? La competencia de neumáticos nuevos de bajo coste, importados mayoritariamente de Asia, sumada a una falta de incentivos y políticas que favorezcan su uso y producción.

Javier de Jesús Landesa, director operativo de TNU: «El recauchutado es un procedimiento mediante el cual se recuperan las propiedades originales de un neumático usado». No se trata de un simple parche. Como explica Salvador Pérez Lucena, director comercial internacional del Grupo Soledad –uno de los principales proveedores del mercado–, «un neumático no termina su utilidad cuando se desgasta: la carcasa que contiene sigue siendo válida y segura. Y fue diseñada, precisamente, para ser recauchutada».

Este procedimiento pasa por colocar una nueva banda de rodadura. El producto final cumple con las mismas exigencias legales que los neumáticos nuevos, y permite extender la vida útil del neumático original reduciendo considerablemente el impacto ambiental. Pero, a pesar de sus múltiples beneficios, el sector del recauchutado experimenta un claro retroceso. En España, la producción nacional ha caído más del 50% en los últimos 20 años, y el número de plantas se ha reducido de 46 a solo 19.

La principal causa de esta situación es la fuerte presión de las importaciones masivas de neumáticos nuevos y baratos. «El principal competidor del recauchutado hoy en día es la gama barata de neumáticos importados de Asia», señala Landesa. A menudo, éstos carecen de los controles ambientales y técnicos adecuados, distorsionando el mercado y penalizando a los productores locales.

Esta competencia, sumada a la falta de apoyo político y normativo, ha llevado a que el mercado del recauchutado en la UE 5 (Francia, Italia, Alemania, España y Reino Unido) haya bajado un 20% desde 2010. Una situación que pone en riesgo negocios locales, a menudo situados en zonas rurales.

Además, pesa una percepción errónea sobre los recauchutados, que siguen siendo vistos por algunos usuarios como de baja calidad. Sin embargo, las fuentes enfatizan que el neumático recauchutado tiene el mismo nivel de seguridad que uno nuevo, ambos homologados con la misma norma europea E9. Y Landesa recuerda que «el 95% de las principales aerolíneas del mundo utilizan recauchutados en el tren de aterrizaje de sus aviones, donde la exigencia es máxima».

La posible pérdida del recauchutado supondría un retroceso ambiental significativo: «Las cifras son claras. Extender la vida útil de un neumático recauchutándolo permite ahorrar un 70% de materias primas, un 60% de emisiones de CO₂ respecto a fabricar uno nuevo, un 45% de energía y un 51% de costes en la producción», enumera Pérez Lucena.

Se suma que el recauchutado contribuye a la reducción del volumen de residuos, disminuye la dependencia energética del exterior y genera empleo verde. Perder esta industria significaría desechar prematuramente un producto con vida útil restante y desaprovechar una solución probada para cerrar el círculo de vida del neumático.

Medidas urgentes

Ante esta situación, los participantes en el foro hicieron un llamamiento «urgente» a la acción. El sector y los expertos coincidieron en la necesidad de implementar medidas concretas para revertir el declive, como incentivos fiscales y normativos que hagan el recauchutado más competitivo. También proponen la contratación pública sostenible; es decir, priorizar el uso de neumáticos recauchutados en las flotas institucionales y empresas públicas, estableciendo cuotas mínimas obligatorias, como ocurre en otros países europeos.

Asimismo, solicitan imponer aranceles disuasorios a neumáticos de baja durabilidad y regular las importaciones para asegurar igualdad de condiciones. Por último, piden impulsar campañas que desmonten los prejuicios sobre la seguridad y calidad del neumático recauchutado, informen sobre sus ventajas y promuevan su elección. Al hilo, proponen incluir explícitamente el recauchutado en los planes de movilidad sostenible, reindustrialización y transición ecológica.

El sector insiste en que no basta con reciclar los neumáticos al final de su vida útil; es fundamental fomentar el consumo de lo reciclado. En palabras de Salvador Pérez Lucena: “no basta con reciclar. Hay que consumir lo reciclado. Y en eso, el recauchutado tiene todo el sentido... y todo el futuro”. Solo falta mayor ambición para salvar un sector clave para “hacer rodar” la economía circular y no la “competencia desleal”.