¿Cómo conducir con viento fuerte?

Llega la borrasca Gloria y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ha alertado de los efectos que podría provocar este jueves y viernes prácticamente en casi toda España. Lluvia intensa y viento fuerte y oleaje en la costa, por lo que aconseja a los ciudadanos adoptar medidas de prevención y mantenerse informado en todo momento sobre la evolución de la situación.

Una de las situaciones que se puede encontrar si tiene que viajar es hacer frente a rachas de viento de hasta 130 kilómetros por hora en gran parte de la Península pero, especialmente en Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Protección Civil aconseja a los conductores que se deben extremar las precauciones, especialmente en la salida de túneles, adelantamientos y cruce con vehículos pesados en carreteras de doble sentido y prestar atención ante la posible presencia de obstáculos en la carretera. Frente a las lluvias intensas, recomienda a los conductores que disminuyan la velocidad, extremen las precauciones y que no se detengan en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua y en caso de que tengan que viajar lo hagan preferentemente por carreteras principales y autopistas.

En caso de que haya tormentas súbitas y lluvias intensas, aconseja tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos, ya que el rápido ascenso del nivel del agua puede dañar a los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos y provocar daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.

En caso de que comience a llover de forma torrencial, Protección Civil recuerda que existe riesgo de inundación, por lo que pide no atravesar a pie ni con el vehículo los tramos inundados porque se desconoce lo que puede haber bajo el agua. Por el contrario aconseja localizar los puntos más altos de la zona y no tratar de salvar el automóvil en medio de una inundación.

La Dirección General de Tráfico (DGT) nos explica que cuando sopla por nuestra izquierda y nos cruzamos con otro vehículo, el ‘empuje’ se interrumpe y el coche tiende a desplazarse hacia la zona desde donde sopla el viento y luego, de forma brusca, a la derecha.

Si sopla desde la derecha, y se adelanta, por ejemplo, a un camión, el coche será ‘aspirado’ por el vehículo voluminoso, pero instantaneamente después de finalizar el adelantamiento el viento nos dificultará seguir la trayectoria por nuestro carril por lo que habrá que reducir la velocidad y circular con una marcha inferior a la normal para tener mayor capacidad de respuesta con la fuerza del motor.

El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) aconseja estar atentos a los árboles por si se mueven las ramas o notamos cualquier alteración que nos pueda proporcionar información de dónde y con qué fuerza viene el viento. Y en ciudad, ver si hay objetos poco pesados que se mueven, algo que parece obvio pero que nos tiene que poner en situación de prevención.

Hay que tener en cuenta al conducir con viento muy fuerte el peso, el tipo y la forma de nuestro vehículo. Así, si viajamos en moto, una ráfaga de viento fuerte nos puede tirar fácilmente, aunque eso no quiere decir hacerse la idea equivocada de que a mayor peso más seguridad. Hay muchos vídeos en internet en los que podemos ver camiones por autopistas que por un golpe de viento acaban perdiendo completamente el control.

Por su parte, la aseguradora Mapfre da algunos consejos a los conductores

Reducir la velocidad

Si notamos que el coche da bandazos deberemos reducir la velocidad, de modo que los cambios de dirección sean menos críticos, se puedan controlar mucho más los balanceos y consigamos que el vehículo no pierda demasiado agarre.

Un truco que nos indica si hemos entrado en una zona de viento fuerte consiste en mirar los árboles que hay al lado de la carretera para comprobar cómo se mueven.

Coger el volante con firmeza

Es muy importante llevar las manos firmes independientemente de la forma del volante. Los primeros cambios de dirección se notan en la dirección, por lo que para corregir o mantener la trayectoria dentro del carril, es fundamental llevar las dos manos al volante.

Si se ha reducido la velocidad previamente, las ráfagas de viento provocarán cambios de dirección pequeños y con sólo coger con firmeza el volante y estar atentos con la vista puesta hacia dónde queremos llevar el vehículo, no debería haber ningún problema.

Precaución con los camiones

Los camiones actúan como pantalla frente al aire, sobre todo si es lateral. Si circulamos por una autopista o carretera llana y adelantamos a un camión con una diferencia de velocidad elevada, se notará de repente la falta de viento, tanto en la dirección como en el balanceo de la suspensión, lo cual puede provocar una desestabilización del vehículo e incluso un cambio en la trayectoria.

En la medida de lo posible, es preferible no realizar adelantamientos cuando haya fuertes rachas de viento pero en caso de que sea imprescindible lo más aconsejable es hacerlo con total precaución y con una diferencia de velocidad no demasiado elevada.

Cuidado con remolques y vehículos grandes

Si conducimos un remolque o un vehículo grande con fuerte viento hay que extremar mucho más las precauciones y reducir más aún la velocidad para evitar que el vehículo se desestabilice y se agraven los problemas de trayectoria en el vehículo que tira.

Si el remolque es grande y ligero, como una caravana, es incluso aconsejable cancelar el viaje. Cuanta más superficie de carrocería tenga el vehículo, más se notará el efecto del viento. Estos efectos se notarán aún más si el vehículo va cargado.

Viento extremo

Cuando las ráfagas de viento son muy fuertes y extremas, por ejemplo en pasos elevados de montaña, hay que extremar más aún la precaución, reducir bastante la velocidad y usar marchas cortas para elevar las revoluciones del motor y tener potencia de reserva. Para hacer frente al viento es preferible la potencia del vehículo antes que la velocidad.

Técnica al volante

En cuanto a la técnica en la conducción, primero, alerta máxima y las dos manos bien agarradas al volante. Y si es necesario, debemos ir contrarrestando la fuerza del viento. También es muy recomendable ir en régimen de revoluciones altas, porque cuanto más revolucionado vaya el motor, más respuesta tendremos y, por lo tanto, mayor seguridad.

Es fundamental mantenernos en el centro del carril. Un golpe de viento lateral nos podría hacer invadir el carril contrario, por lo que es mucho mejor tener espacio de reacción suficiente.

Otra cosa muy importante es tener cuidado al salir de los túneles y de las zonas resguardadas del viento porque pueden ser traidoras.

Y en todos los casos, pero especialmente con viento, hay que llevar la presión de los neumáticos como indica el fabricante.

Aunque como es lógico, si el viento sopla muy fuerte lo mejor es parar en un lugar seguro y esperar a que amaine.