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Las electrolineras toman España

Nuestro país ya cuenta con más de 4.545 puntos de recarga eléctrica... y subiendo. Un «combustible» que aprovecha incluso la energía excedente del frenado de los trenes del Metro

Ferrolineras
FerrolinerasAntonio Cruz

Es lo que tiene la modernidad. El cambio de paradigma. El «aggiornamento» a los tiempos nuevos, que –más que hablar otro lenguaje– inventamos o creamos palabras nuevas. Electrolinera le dicen. Hace poco, la multinacional española Repsol inauguró en la localidad de Abanto (Vizcaya) la estación de recarga para coches eléctricos de mayor potencia de España y de Europa. Dispone de cuatro terminales que entregan cada uno 400 kW y que permiten una recarga del 80% de la batería de un vehículo eléctrico en ocho minutos. Total nada. Hasta ahora, las infraestructuras para turismos y camionetas en Europa alcanzaban los 350 kW de potencia, lo que hace que esta estación se sitúe a la vanguardia en la tecnología de recarga de vehículo eléctrico. El número de electrolineras en España no ha parado de crecer y ya superó –según los últimos recuentos– los 4.545 puntos de recarga de uso público. Y con todo, en nuestro país aún queda mucho por hacer, por más que se asegure que en menos de 5 años habrá en España más puntos de recarga para coches eléctricos que gasolineras. Estas, hasta que se extienda el coche eléctrico están llamadas a ser parte fundamental de su fin. Es evidente que el futuro de las gasolineras pasa por reinventarse o reinventar el concepto de puesto de recarga.Actualmente, un gran número de centros comerciales ofrecen plazas con puntos de recarga para vehículos eléctricos, una manera de incentivar y atraer a un tipo de público que, a la vez que hacer sus compras, aprovecha para realizar la recarga de las baterías de sus coches. Como aún son rara avis los coches eléctricos, empresas como Tesla asociaron la extensión de su uso a los viajeros. De ahí que llegaran a acuerdos con grupos hoteleros para situar en estos establecimientos puntos de recarga. Aún estamos a años luz –nunca mejor dicho– de la proliferación que existe en países como Holanda de puntos eléctricos, pero ante desafíos nuevos, nuevas respuestas, nuevas soluciones. En la superficie de la estación de Metro madrileña de Sainz de Baranda está la primera metrolinera de España y unas de las pocas que existen en el mundo. Se trata de un poste de recarga que utiliza la energía excedente del frenado de los trenes para la carga rápida y gratuita de coches eléctricos. Desafío y respuesta.