Psicodélico

¿Qué pasó con el Rolls Royce de John Lennon? ¿Por qué enfadó a la marca británica?

El coche fue subastado por 2.300.000 dólares cinco años después del fallecimiento del cantante

Rolls Royce Phantom V 1964 John Lenon
Rolls Royce Phantom V 1964 John LenonRoyal BC Museum CanadaRoyal BC Museum Canada

Hoy se cumplen 40 años del asesinato de John Lennon, el genio de Liverpool y figura imprescindible del universo musical con Los Beatles y posteriormente en solitario (o con Yoko Ono). Su creatividad y excentricidad es ya parte de la historia, pero pocos recuerdan su particular pasión por los coches, aunque él no estuviera al volante en la mayoría de los casos. En 1964, en plena “beatlemanía”, encargó a su manager, el mítico Brian Epstein, que comprara un Rolls Royce. Aquello fue en el mes de diciembre y Lennon ni siquiera tenía carnet de conducir. Siete meses después el coche llegó a casa de Lennon. Se trataba de un Rolls Royce Phantom V cuyo precio, al cambio de hoy, sería de 240.000 euros. En el seno de la compañía siempre fueron reticentes a que un “revolucionario” como Lennon se paseara con un icono de la elegancia y sofisticación británica, pero accedieron no sin polémica. Pero años más tarde Lennon enfadó a Rolls Royce. Durante la grabación del álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” pidió al artista Steve Weaver (creador de la famosas Gypsy Caravan) que sustituyera el clásico color negro “Valentine black” por otro con estética psicodélica, es decir, que se convirtiera en una extensión más de la influencia y la inspiración que Los Beatles mostraron en este nuevo trabajo. Aquello provocó el enfado de la compañía, aunque no lo hicieron público en aquel momento. Años más tarde, el que fuera director de diseño de Rolls Royce, Giles Taylor, comentó que aquello fue “como pintar con grafiti las paredes de Buckingham Palace”. Eso sí, el Rolls formó parte, más tarde, de una exposición legendaria con los mejores Phantom. Además, Lennon pidió que los asientos de atrás se pudieran convertir en cama e instaló televisión y una nevera.

Ya en los años 70, Lennon se llevó el coche a Nueva York y allí sirvió para los traslados de otras estrellas musicales como Rolling Stones. En 1978 Lennon donó el coche al Cooper Hewitt Museum Design (ubicado a escasos metros del Guggenheim de Nueva York) y en 1985, cinco años después del asesinato del cantante, la casa de subastas Sotheby´s lo vendió por 2.300.000 dólares al multimillonario y filántropo canadiense Jim Pattison.

Hoy, el coche, que pertenece al gobierno canadiense tras recibir la donación de Pattison, está expuesto en el Royal BC Museum de Canadá, en Victoria, cerca de Vancouver.