Prueba

Prueba
Los niveles de calidad y eficiencia de los modelos de Audi suelen estar muy por encima de sus competidores de la misma categoría. La marca de los cuatro aros cuida la excelencia y lo demuestra una vez más con el Q3, un SUV compacto, espacioso y con una terminación exquisita. Hemos tenido la oportunidad de probar la versión que, para nosotros, está más equilibrada, y que va equipada con un eficiente motor diésel TDI de 150 caballos de funcionamiento impecable.
Pese a toda la campaña en contra que se ha desarrollado contra este combustible, el diésel es uno de los carburantes más eficientes y de baja contaminación dentro de la gama de motores de combustión interna, ya que las últimas tecnologías han conseguido reducir significativamente el nivel de gases emitidos a la atmósfera. Y la realidad es que el nivel de compradores que se inclinan por los motores de gasóleo sigue siendo importante, alrededor de la cuarta parte del total, dentro de las matriculaciones registradas cada mes. Algo comprensible cuando conducimos motores como este, de dos litros y 150 caballos, si bien Audi también dispone de otra versión donde la potencia se eleva hasta los 190cv. Y complementado con el cambio DSG de doble embrague y siete relaciones, el conjunto es inmejorable dentro de su categoría.
Un motor elástico, que responde con fuerza desde un régimen por debajo de las dos mil vueltas y que se ayuda, como decimos, en ese excepcional cambio automático que, además, si buscamos una conducción más deportiva, se puede utilizar manualmente mediante la palanca en la consola central o a través de las levas en el volante. Un motor capaz de mover con energía a todo el conjunto, que da en la báscula cerca de mil seiscientos kilos, es capaz de acelerar de cero a cien en sólo 9,2 segundos y alcanzar una velocidad punta de 207 por hora. Un coche fácil de conducir gracias a la elasticidad que hemos comentado y que se complementa con una suspensión dura y confortable, especialmente efectiva en carreteras de montaña.
En el interior se nota un esfuerzo tanto por la mejora de la calidad de los materiales como en la habitabilidad interior. Un buen nivel que se corresponde con el precio ya que este modelo está disponible desde unos treinta y ocho mil euros, o unos seis mil euros más en la versión S Line. El habitáculo es amplio, ya que este Q3 ha crecido en unos diez centímetros de largo, dos de ancho y siete de distancia entre ejes respecto a la anterior carrocería. Eso se deja notar asimismo en la zona destinada al maletero que, partiendo de una capacidad de 530 litros, puede ampliarse hasta los 675 si adelantamos la banqueta de los asientos posteriores, o llegar hasta los 1525 litros si abatimos los asientos completamente.
En su equipamiento, además de las pantallas habituales tanto para la información del comportamiento y estado del coche como del entretenimiento, este Audi cuenta con los habituales sistemas de seguridad activa y pasiva y ayudas a la conducción como control de crucero, pantalla de visión trasera, cambio de carril… que hacen de este Q3 un coche muy completo dentro de la oferta de SUV compactos de tamaño medio.