Motor

Ni 40 ni 100 mil kilómetros: cada cuánto se recomienda cambiar la correa de distribución del auto

La prevención, en este caso, resulta mucho más barata que la reparación

Ni 40 ni 100 mil kilómetros: cada cuánto se recomienda cambiar la correa de distribución del auto
Ni 40 ni 100 mil kilómetros: cada cuánto se recomienda cambiar la correa de distribución del autoistock

La correa de distribución es uno de los elementos más importantes del motor, responsable de sincronizar el movimiento de pistones y válvulas. Su correcto estado es clave para evitar averías graves, y por ello surge siempre la misma duda entre los conductores: ¿cada cuántos kilómetros debe sustituirse?

Durante años se ha hablado de plazos fijos como los 40.000 o los 100.000 kilómetros, pero la realidad es más matizada. Los fabricantes no ofrecen una cifra universal, ya que el intervalo de cambio depende de factores como el tipo de motor, el material de la correa, el uso del vehículo y hasta las condiciones climáticas.

¿Cuándo cambiarla realmente?

En general, la recomendación actualizada oscila entre los 60.000 y los 160.000 kilómetros, o bien entre los 5 y 10 años, lo que ocurra antes. Si un coche circula poco pero acumula muchos años, la goma de la correa puede deteriorarse igualmente, aumentando el riesgo de rotura.

Los expertos subrayan que no conviene apurar al máximo. Una correa desgastada puede romperse sin previo aviso y ocasionar daños que superan fácilmente los 2.000 euros en reparaciones, desde válvulas dobladas hasta pistones dañados.

Mejor cambiar el kit completo

Además, cuando se sustituye la correa, se aconseja cambiar también el kit completo (tensores, rodillos e incluso la bomba de agua) para garantizar un funcionamiento seguro y evitar intervenciones repetidas.

En definitiva, no hay una cifra mágica como los 40.000 o los 100.000 kilómetros. Lo más sensato es consultar el manual del fabricante y anticiparse al límite marcado, especialmente si el coche ya supera los cinco años o circula en condiciones exigentes. La prevención, en este caso, resulta mucho más barata que la reparación.