
Mercado
La marca china BAIC llega al mercado español con su modelo X55
Se trata de un SUV de tamaño medio equipado con mucha tecnología y a un precio ajustado

El X55, un SUV de 4,62 metros de longitud y motor de gasolina, es la carta de presentación con la que BAIC, uno de los cinco grandes constructores de China y socio de Mercedes Benz, llega a España de la mano del Grupo Invicta Motor. Esta empresa burgalesa ya representa a otras enseñas orientales como DFSK, SWM, Seres, Livan o Invicta Electric.

En este caso, nos presenta un producto de calidad, repleto de diseño, tecnología y seguridad, a un precio de 31.995 euros (con descuentos de 2.000 por financiación) dispuesto para superar a sus oponentes. Una apuesta ambiciosa teniendo en cuenta que se dirige al segmento más importante del mercado de ventas en España, que es el de los SUV de tamaño en torno a los cuatro metros y medio de longitud.

El fabricante ha optado por un modelo no electrificado, dotado de un moderno propulsor de gasolina con turbo de geometría variable, de 1,5 litros y 170 caballos, capaz de alcanzar los 200 kilómetros por hora de velocidad. Su diseño es agradable y se suma a la nueva tendencia presente en otras marcas, que busca regresar al aspecto más generalista, con pocos ángulos y líneas suaves. La iluminación, con faros led inteligentes en forma de flecha, y en el dibujo bicolor de la parrilla, es donde destacan los rasgos más modernos y personalizados, como ocurre también en la parte trasera, con las luces formando una línea unida y el alerón trasero partidos en dos.
Su altura, de 1,68 metros, facilita el acceso y añade prestancia al modelo, acentuada por el diseño de las llantas, de 19 pulgadas y color negro. Con excepción de su techo practicable, tampoco hay grandes estridencias en el interior, en el que la moderación llega hasta limitar a 10,2 pulgadas el tamaño de las dos pantallas del salpicadero. La situada detrás del volante es para la instrumentación y la segunda, ubicada en posición central, se destina al infoentretenimiento, las conexiones con los teléfonos inteligentes (con un dispositivo añadido en el caso de Android Auto) y la configuración de las ayudas. Si acaso, destacan las costuras en color amarillo de la tapicería de cuero artificial.

Los asientos delanteros sujetan bien el cuerpo del conductor, disponen de ajustes eléctricos con memoria, incluso lumbares, así como calefacción y ventilación. Las plazas traseras, con respaldos ajustables, son igualmente confortables mientras que el maletero peca por defecto al ofrecer sólo 350 litros de capacidad. Como ventaja, dispone de una rueda de repuesto convencional.


Si el X55 se destaca entre su competencia es gracias al completísimo equipamiento, desde su techo solar hasta su guantera refrigerada en el túnel delantero y la calidad de las costuras y guarniciones. También lo hace por su seguridad pues su estructura de acero, creada con los principios de la marca Saab, ha soportado con éxito las más duras pruebas dinámicas que demostraron que tras impactos laterales, frontales y traseros, las cuatro puertas se desbloquean y podían abrirse.
Y debe añadirse un abrumador catálogo de ayudas a la conducción (ADAS) que, junto a las ya familiares en los nuevos modelos de todas las marcas que se venden en la UE, incorpora otras como el aparcamiento automático o la posibilidad de hacer fotos o videos con su cámara con un botón de su tecnológico volante, capaz de detectar cuando el conductor deja de sujetarlo. Una docena de sensores de radar vigilan el entorno y actúan sobre algunas de las ayudas alertando se la presencia de otros vehículos o peatones y en casos de atasco. El abanico digital se refleja, además, en la ausencia de botones físicos para las funciones habituales. Únicamente se han dispuesto accesos directos en la parte baja de la pantalla central, con una línea de iconos para actuar directamente sobre funciones como la climatización. La llave inteligente facilita la apertura del coche, pues actúa directamente sobre los tiradores de las puertas que están enrasados con la carrocería y el botón de puesta en marcha.
Desde que se aprieta el acelerador, los 170 caballos del motor del X55 mueven con determinación las más de 1,5 toneladas de su peso. La caja de cambios, automática de siete velocidades con doble embrague, facilita una conducción tranquila y eficaz. La suspensión, la dirección y los frenos de este BAIC no destacan especialmente, pero cumplen las funciones de conducción equilibrada y segura para la que han sido calibrados. El ruido del motor es muy reducido (ha sido premiado por su eficacia en China) y hasta parece que estamos ante un vehículo electrificado. Basta con apretar a fondo el acelerador para acabar con esa sensación y hacer que el X55 cobre vida, en función del modo de conducción elegido: Confort, Sport, Eco y Smart. El consumo de gasolina que declara el fabricante es de unos 8 litros cada 100 kilómetros, elevado frente a su competencia, algo que aconseja una conducción tranquila.
BAIC ha tardado en desembarcar en nuestro mercado y unirse a la veintena de marcas chinas ya instaladas en España. Su ambicioso plan comercial que incluye nuevos modelos en breve, entre ellos un auténtico todoterreno basado en el chasis del Mercedes G, está soportado por la infraestructura de Invicta, que dispone ya de 23 concesionarios y talleres repartidos por toda España y un gran almacén de repuestos. El vehículo está cubierto con una garantía de 100.000 kilómetros o cinco años.
✕
Accede a tu cuenta para comentar