Aniversario
Peugeot 205, el 40 cumpleaños de un mito
Nacido en febrero de 1983, este utilitario de diseño innovador llegó a ganar el mundial de rallyes y el París-Dakar
En estos días se cumplen cuatro décadas de la aparición en el mercado del 205, un automóvil que fue mítico para Peugeot y que, además de contribuir a la movilidad de varias generaciones, consiguió ser dominador de las pruebas de carretera y todo terreno del momento. Hoy este modelo es una pieza apreciada por coleccionistas que lo recuerdan como una de las obras más brillantes de la producción de la marca francesa. Y siguen varios miles de ellos en perfecto orden de marcha tanto en las concentraciones de clubs como en las competiciones de clásicos.
Normalmente, la historia de un coche es, ante todo, la historia de los hombres y mujeres que lo diseñaron. La historia del 205 está estrechamente ligada a la de Jean Boillot, miembro del Consejo de Administración de Peugeot a finales de los años setenta. Fue él quien, en un momento difícil para la empresa, concibió el ambicioso proyecto de comercializar un utilitario pequeño que fuera mucho más que un coche urbano. Un coche polivalente, tan cómodo en la ciudad como en la carretera, asequible y capaz de transportar a una familia pequeña... en resumen, un coche que lo tuviese todo.
Mientras los anteriores modelos de la marca del león habían sido diseñados por Pininfarina, esta vez el equipo de diseño de la propia marca, dirigido por Gérard Welter, presentó un diseño mucho más moderno y fluido. Aunque es cierto que se encargó al estilista italiano la versión descapotable. Y el interior también es obra de un ilustre del diseño automovilístico, Paul Bracq. Técnicamente, el 205 supuso la entrada de Peugeot en el segmento de los coches compactos pero espaciosos, con gran capacidad de carga gracias al portón trasero y, a la vez, eficiente y económico. Fue el primer coche de la marca que incorporó barras de torsión en la parte trasera para ampliar el espacio del habitáculo. También es el primer coche que, gracias a su motor de cuatro cilindros, 1769 cm3 y 60 caballos, se convirtió en el primer diésel francés de su categoría con la ventaja de ofrecer unas prestaciones equivalentes a las de sus hermanos de gasolina, pero con un consumo muy inferior, por debajo de los cuatro litros.
En el campo deportivo el 205 se hizo mito. En 1984, entró en la categoría reina del Campeonato del Mundo de Rallyes con el inolvidable "Grupo B", de la mano de Jean Todt al volante del impresionante 205 Turbo 16. Durante aquella primera temporada, Ari Vatanen causó sensación al ganar tres competiciones. En 1985 y 1986, el Peugeot 205 Turbo 16 conquistó el título mundial de marcas y gracias a él, pilotos como Timo Salonen (1985) y Juha Kankkunen (1986) conquistaron sus títulos de pilotos. En 1986, Jean Todt propuso a la marca inscribir el 205 T16 en una prueba legendaria, el París-Dakar. Reto aceptado y superado con sucesivas victorias en 1987 y 1988. Para ello tuvo que sufrir diversas modificaciones para adaptarlo a la prueba, como, por ejemplo, hacerlo más largo, y ganó la carrera más famosa del desierto, primero con Ari Vatanen al volante y un año después con Juha Kankkunen.
En 1998, tras 15 años y 5.278.050 unidades producidas, el 205 dejó de fabricarse y entró en la historia como uno de los coches más prácticos y apreciados de la historia de Peugeot.
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