Se quedó tirado en el desierto… y convirtió su coche en una moto para sobrevivir

La necesidad agudiza el ingenio humano. Así lo demostró Emile Leray, cuando su travesía por el desierto marroquí se transformó en una odisea mecánica y una lección de supervivencia. Tras una avería que dejó su Citroën 2CV inservible en medio de la nada, Leray decidió que rendirse no era una opción.

Un choque contra una roca había dejado su vehículo inutilizable en una zona árida, sin cobertura ni posibilidad de rescate. Pero Leray, ex técnico electricista y aventurero por vocación, se enfrentó al desafío con una mezcla de creatividad, paciencia y determinación.

Durante doce días, Leray desmontó su coche pieza por pieza, reutilizando cada componente con precisión casi quirúrgica. Con herramientas rudimentarias, convirtió el motor en tracción trasera, improvisó un manillar con el gato del coche y fabricó un asiento con restos de tapicería. El resultado: un vehículo capaz de avanzar a 20 km/h, suficiente para escapar del desierto.

Su hazaña no pasó desapercibida. Al llegar a una zona militar, fue detenido por “importación ilegal de vehículo no conforme”, ya que su creación no se ajustaba a ninguna categoría reconocida.