Movilidad
La red de recarga de eléctricos crece, pero sigue siendo insuficiente
Uno de cada cinco cargadores instalados no está operativo y seguimos en los puestos de cola de Europa
Durante el primer trimestre de este año, la red pública de cargadores para el suministro de energía a los automóviles eléctricos ha crecido únicamente el 3.121 nuevos puntos, con lo que el total de estaciones de recarga útiles instaladas en nuestro país se eleva a 32.422. Una cifra claramente insuficiente para que pueda incrementarse el parque de automóviles de cero contaminación y cumplir los objetivos que el Gobierno se impuso con la Unión Europea. Según los datos del último informe realizado por la asociación empresarial de fabricantes e importadores de automóviles Anfac, este incremento de aproximadamente el 10% sigue siendo muy pobre, sobre todo, si lo comparamos con otros valores registrados en los países más importantes de la Unión Europea o con nuestro vecino Portugal. Además, se da la circunstancia de que existen en España un total de 8.645 puntos de recarga que, por diferentes motivos, no están operativos, una cifra que se ha incrementado en un 11%. La red de recarga de España podría ser mucho mejor si se pusieran a funcionar la gran cantidad que ahora no están operativos, bien sea por encontrarse en mal estado, averiados o que aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. Esto supone un 21% sobre los 41.067 puntos de recarga de acceso público instalados en España.
Otro problema grave es que la red de recarga rápida, es decir, con potencias de 150kw o más, solo crece en 578 nuevos puntos y en todo el territorio nacional solo encontramos 2.103 cargadores de alta potencia, lo que representa apenas el 6,5% de la red total. El progreso de esta red es fundamental tanto para acercar los tiempos de recarga a los de repostaje de los vehículos de combustión como para facilitar el desempeño de la actividad para los vehículos de mercancías o pasajeros. Y, por otra parte, únicamente el 25% de la infraestructura de recarga pública tiene una potencia superior a los 22kw, lo cual es claramente insuficiente ya que se alargan los tiempos de espera para regenerar la batería. Según los objetivos estimados por ANFAC, el 51 % de los puntos de recarga debería contar con potencias superiores a los 22 kW en el año 2024. Así, el 75% de los puntos de recarga de acceso público totales son de baja potencia, lo cual implica hablar de tiempos de recarga mínimos de 3 horas. En el primer trimestre de 2024 se han instalado 1.758 puntos de recarga con potencia de 22 kW o inferior.
El indicador global de electromovilidad, que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público, ha alcanzado una valoración total de 14,7 puntos, lo que supone una mejora de seis décimas con respecto al último estudio. Aun así, a nivel europeo, España sigue a la cola: la media europea se sitúa en 28,2 puntos, el doble que la media nacional. Esto es un reflejo de que, aunque se registre un destacado crecimiento en la infraestructura de recarga, al ritmo actual no se alcanzará la previsión para este año, fijado en 64.000 puntos de recarga de acceso público y necesarios para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por Europa.
Un hecho que se destacó en una reciente reunión de los empresarios del sector de los vehículos pesados y autobuses en la que los fabricantes pusieron de manifiesto que el proceso de descarbonización y electrificación en España está siendo lento y donde es fundamental que se tengan en cuenta a todo tipo de vehículos, tanto a vehículos ligeros como a los industriales, con sus necesidades específicas de red de alta potencia y adaptabilidad de las infraestructuras. Los fabricantes señalan que, como consecuencia de todo ello, las ventas de vehículos electrificados se encuentran estancadas. La cuota de mercado de este tipo de vehículos es del 10% aproximadamente, peor incluso que el mismo período de 2023. Lo que urge a dar certidumbre a ciudadanos y empresas para que den el paso a la movilidad electrificada. Por ello, han presentado distintas propuestas al Gobierno para actualizar y reforzar el actual esquema de ayudas públicas a la compra más allá del 31 de julio. Se insiste además en la necesidad urgente de lanzar nuevos planes de ayuda para los vehículos industriales: paradójicamente, ni camiones ni autobuses electrificados y de bajas emisiones tienen ayudas en este momento dado que el anterior plan Mitma Moves caducó el pasado 30 de abril y no se tiene noticia de que vaya a existir un nuevo sistema de ayudas para este ejercicio. En relación con el indicador global de electromovilidad, solo cuatro regiones crecen por encima de la media: Madrid, Navarra, Cataluña e Islas Baleares. Esto pone de relieve las diferencias en el avance de la electrificación entre las distintas regiones. De nuevo son Madrid y Navarra los territorios que anotan un mayor crecimiento en el ranking, con un incremento de siete y seis décimas, respectivamente. De esta manera, la puntuación final de Madrid se sitúa en 21,8 puntos y la de Navarra, en 18,7, mientras que la media nacional se sitúa en 14,7 puntos. En el índice europeo, España se sitúa en la cola solo por delante de Italia (18,8), Hungría (18,7) y República Checa (14,8). En cualquier caso, muy lejos de la media europea del 40,5. Alemania sigue notando el impacto del fin de las ayudas sobre la electrificación del mercado de turismos, retrocediendo en 0,7 puntos. Italia también cae respecto al trimestre anterior (-0,7 puntos), en este caso provocado por las expectativas de los consumidores sobre la llegada de incentivos a la compra de vehículos electrificados a lo largo del año. Durante el primer trimestre de 2024 se vendieron 27.077 turismos electrificados, lo que representa solamente el 9,7% del cumplimento del objetivo anual, fijado en 280.000.
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