DGT
El truco para conseguir la etiqueta ECO si tienes un coche diésel
Según datos técnicos, esta conversión puede reducir hasta un 20% de las emisiones contaminantes
Durante años, los vehículos diésel han pasado de ser símbolo de eficiencia a convertirse en todo lo contrario. Con el auge de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y las restricciones crecientes, muchos propietarios de coches diésel pensaban que el único destino posible para sus vehículos era el desguace. Sin embargo, una alternativa comienza a ganar terreno: la conversión a GLP (Gas Licuado del Petróleo), una opción que puede devolverle la vida útil al diésel y, además, conseguir la etiqueta ECO.
Este proceso, que ya está disponible en talleres especializados de toda España, consiste en adaptar el motor para funcionar parcialmente con GLP, un combustible alternativo más limpio y económico que el gasóleo tradicional. A diferencia de los sistemas en coches de gasolina, en los motores diésel el GLP se combina con el combustible original, logrando una combustión más eficiente y menos contaminante.
La clave está en que esta tecnología permite reducir considerablemente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas, dos de los principales responsables de la mala fama del diésel. Según datos técnicos, esta conversión puede reducir hasta un 20% de estas emisiones. Además, el GLP tiene un coste que ronda entre 0,90 y 1 euro por litro, muy por debajo del precio actual del gasoil, lo que también se traduce en un importante ahorro para el conductor.
Eso sí, no todos los coches diésel pueden optar a esta transformación. Para que la Dirección General de Tráfico (DGT) otorgue la etiqueta ECO, el vehículo debe ser Euro 6, es decir, matriculado a partir de 2014. El coste de la instalación oscila entre los 1.500 y los 3.000 euros, incluyendo homologación en la ITV y notificación a la DGT. Aunque pueda parecer una gran inversión, muchos conductores la consideran rentable a medio plazo, especialmente en ciudades donde las restricciones por contaminación son cada vez más severas.
Frente a otras opciones de reconversión como los sistemas 'mild-hybrid' o los kits eléctricos de 'retrofit', el GLP aparece como una solución pragmática, realista y, sobre todo, viable para miles de conductores que no quieren o no pueden cambiar de coche todavía.
La conversión no solo permite mantener el vehículo activo dentro de las ciudades, sino que además abre la puerta a beneficios fiscales, bonificaciones en parkings o peajes y una menor huella ambiental. Todo, sin renunciar al modelo actual y con una autonomía ampliada gracias al doble depósito de combustible.