Tragedia en Murcia

Los 13 de Atalayas: una semana tras el incendio que conmocionó al país

La Policía Nacional ultima la investigación acerca del origen y las causas que provocaron el fuego, mientras se mantiene el secreto de sumario y se busca a los responsables

Estado en el que quedó parte de la discoteca afectada por el incendio de Murcia el pasado domingo
Estado en el que quedó parte de la discoteca afectada por el incendio de Murcia el pasado domingoBomberos Murcia

Cuando se cumple una semana de una de las páginas más tristes de la historia de la Región de Murcia, los ciudadanos todavía no han podido superar lo ocurrido el pasado domingo 1 de octubre, cuando un devastador incendio en dos locales de ocio nocturno de la zona de las Atalayas de Murcia devoró todo a su paso dejando 13 víctimas mortales. Un trágico incidente cuya investigación todavía sigue abierta y que se encuentra bajo secreto de sumario, ya que por el momento, no se ha podido verificar cuál fue el detonante de las llamas y en qué local se originó.

Este fatal incidente ha sacado a la luz una serie de irregularidades administrativas que han levantado ampollas en el seno del ayuntamiento de Murcia, tras detectar que tanto Teatre como Fonda Milagros, las dos discotecas afectadas por el incendio, no tenían permiso para llevar a cabo su actividad.

De hecho, según los documentos de inspección de la Concejalía de Urbanismo, Fonda Milagros «no existe administrativamente», y solo consta que tenga permiso de actividad Teatre S.L. Fue en enero de 2022 cuando se solicitó al Ayuntamiento una división de los espacios para poder partir el edificio en dos, y poder llevar a cabo dos establecimientos distintos. El Ayuntamiento denegó dicha solicitud y, no obstante, se llevaron a cabo las obras de modificación estructural mediante tabiques de pladur que dio origen a la discoteca Fonda. Fue en este local donde aparecieron lo s13 cadáveres carbonizados por el incendio, cuatro de ellos encerrados en el baño de la primera planta, siete repartidos en dos grupos a lo largo de un pasillo, y otros dos bajo los escombros del baño que, al parecer, se derrumbó como consecuencia de las llamas.

Esta situación de incertidumbre administrativa, que podría acarrear hasta 9 años de prisión para los responsables de los locales, tal y como explicó el Fiscal Superior de Justicia de la Región, José Luis Díaz Manzanera, ha llevado al Consistorio a poner en marcha una serie de inspecciones en los locales de ocio nocturno y salas de fiesta donde se congrega un mayor número de personas. Así, la vicealcaldesa de Murcia, Rebeca Pérez, anunció el jueves que habían detectado varios locales sin el correspondiente permiso de actividad.

Horas después, los técnicos del Ayuntmaiento y la Policía Local procedía al precinto y clausura de varios establecimientos de ocio, como lo fueron la sala de conciertos de rock Spectrum, la discoteca Golden (colindante con Teatre), la sala Koala de Murcia y otra situada en la pedanía de Gea y Truyols que tenía también la orden de cese y precinto vigente, por motivos higiénico-sanitarios».

Más allá de las consecuencias legales, jurídicas o administrativas, la realidad es que hay trece familias rotas por la pérdida de sus seres queridos. Eric Torres, un joven que celebró su 30 cumpleaños esa noche, perdió la vida junto a su novia Orfilia, su hermano Sergio y su madre Martha.

En el cumpleaños también fallecieron Tania y John, una pareja que era allegada de Eric, así como Yosi Esteban y Rafael, dos amigos que estaban también en el reservado de la discoteca.

Por su parte, Caravaca de la Cruz no olvidará a Leidy Paola, Kevin Alejandro, Rosa María y Jorge Enrique, cuatro de sus vecinos que perdieron la vida en el incendio. Rosa y Jorge, pareja, dejaron huérfanos a tres hijos menores de edad. Finalmente, la última de las víctimas mortales fue Olga Lucrecia, una mujer de 56 años originaria de Guayaquil.

El próximo 18 de octubre se celebrará una misa para recordar a las víctimas de la tragedia, mientras que las Administraciones ya trabajan en elaborar nuevos protocolos para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a repetirse.