Histórica protesta agrícola en Murcia

Cualquier previsión de asistencia se quedó corta después de que ayer entre 10.000 y 11.000 agricultores y ganaderos tomaran las calles del centro de Murcia en una tractorada «histórica» y «sin precedentes» en la que se exigieron unos precios más justos y el fin de la «asfixia» a uno de los sectores más maltratados por los costes de producción. De esta forma, medio millar de tractores recorrieron todo el centro de la ciudad, desde el Palacio de San Esteban hasta la Delegación del Gobierno, encabezados por un tractor Ebro Super 55, con más de 60 años de antigüedad, para reivindicar la mejora de las condiciones salariales y laborales a las que tienen que enfrentarse cada día miles de familias agricultoras y ganaderas, que no piden hacerse ricos, sino poder vivir del campo.

La manifestación fue organizada por las organizaciones de Asaja Murcia, COAG y UPA, y respaldadas por federaciones como Fecoam, Apoexpa, Proexport, así como por los sindicatos UGT y CCOO y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats). Todos ellos encabezaron la manifestación bajo el lema «Sin agricultores ni ganaderos ¿qué comeremos mañana?».

De la misma forma, desde Asaja aseguraron a este periódico la buena acogida y el respaldo recibido por parte de la sociedad civil, «que se ha volcado en las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos y ha entendido que es necesario exigir la defensa de los derechos de un sector cada vez más maltratado».

De hecho, incidieron en que a partir de ahora, le toca al Gobierno central «mover ficha», y si en el plazo de un mes no se ha propuesto alguna medida que mejora la situación del sector, se convocará una manifestación nacional en Madrid.

También han insistido en que es fundamental que, además del ruido que se pueda generar con las movilizaciones de todo el país, como la de Murcia, Valencia, Málaga, Granada, Almería o Extremadura, «es necesario que surja efecto porque, de lo contrario, no se habrá conseguido nada».

Precisamente fue frente a la Delegación del Gobierno donde se produjo uno de los momentos más aclamados por los participantes, cuando los agricultores vertieron miles de kilos de brócoli y coliflor desde dos camiones que quedaron totalmente esparcidos a lo largo de la avenida Teniente Flomesta.

«Se preguntarán por qué hemos tirado por el suelo este cargamento: porque los precios también están por el suelo», clamó el presidente de COAG Murcia, Miguel Padilla, durante la lectura del manifiesto final.

Durante su intervención, Padilla arremetió contra la burocracia existente y los márgenes de beneficio de los intermediarios, «que se elevan al 700 u 800 por ciento, por lo que hay hueco para que los productores reciban más y que los consumidores no paguen los precios abusivos cuando van a comprar».

Una protesta sin precedentes

Por su parte, el secretario general de UPA, Marcos Alarcón, remarcó el «éxito rotundo» de la manifestación, que calificó como una de las «más importantes del sector» en los últimos años. Por ello, en el manifiesto que leyeron los presidentes de las organizaciones agrarias al finalizar la protesta, lamentó que los costes de producción se disparen «mientras la renta agraria cae un 9 por ciento», a lo que hay que añadir el «temido recorte» de las ayudas comunitarias además de los obstáculos que hay que afrontar como el Brexit, el veto ruso, la imposición de los aranceles americanos o la competencia desleal.

De la misma manera, pusieron el acento en el cambio climático, en la lucha de la España vaciada y la vertebración del medio rural como otros de los retos a los que debe hacer frente el sector y para los que son necesarios las ayudas de las diferentes administraciones públicas.

La manifestación se desarrolló sin ningún tipo de incidente, y a medida que iba avanzando hacia la Delegación del Gobierno, los agentes de Policía Local abrían las diferentes vías previamente cortadas al tráfico.