Opinión

El Rey está por encima de partidismos

El enfado con la clase política hace que un amplio sector de los electores busque en un referente nacional, como es el Jefe del Estado, una acción más directa en la vida pública, pero que está fuera de las atribuciones que le otorga la Constitución.

La inmensa mayoría de los españoles, que es la que vota a los partidos constitucionalistas, valora con un notable alto el desempeño de Su Majestad al frente de la Jefatura del Estado y no tiene la menor duda de que la Monarquía parlamentaria tendrá su legítima continuidad en la persona de Su Alteza Real, la Princesa Leonor.

Esta apreciación muy positiva del ejercicio del reinado por parte de Don Felipe VI, que ya decimos que es transversal en la sociedad española, contrasta con la baja estima general de los políticos entre una opinión pública muy disgustada con sus representantes, a los que ve incapaces de ofrecer una salida razonable al actual bloqueo político. Esta situación, que ha desembocado en la convocatoria de cuatro elecciones generales desde 2015, no sólo causa el lógico malestar, sino que hace que un sector bastante importante de los electores busque en un referente nacional, como es el Jefe del Estado, una acción más directa en la vida pública que está fuera de las atribuciones que le otorga nuestro ordenamiento constitucional y que, por supuesto, el Rey cumple escrupulosamente como corresponde al titular de una monarquía parlamentaria firmemente democrática como es la nuestra.

Al menos, así se desprende del sondeo de opinión que ha elaborado «NC Report» para LA RAZÓN, que hoy publicamos, y en el que se refleja con nitidez la fractura ideológica abierta entre los votantes del partido socialista y sus, esperemos, ocasionales aliados comunistas y los partidarios de las tres formaciones en que se encuentra dividido el centro derecha. Este enfrentamiento de pareceres es particularmente observable cuando se pregunta a los encuestados si están de acuerdo con que Su Majestad haya encargado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la investidura, aunque en ese momento no contara con los apoyos parlamentarios suficientes.

Por supuesto, los que se declaran votantes del PSOE apoyan la decisión en un 79,2 por ciento, mientras que los electores del PP y de VOX la rechazan, aunque sea por unas cortas mayorías del 41 y el 56,1 por ciento, respectivamente. Así mismo, son los socialistas quienes valoran más positivamente el papel del Rey ante el bloqueo político, con un 83,1 por ciento, frente al 56,6 de quienes se declaran votantes del PP y el 43,9 por ciento de los seguidores de VOX. Curiosamente, los simpatizantes de Unidas Podemos y de Ciudadanos apoyan la actuación de Su Majestad con porcentajes similares, en torno al 60 por ciento. Al parecer, que Su Majestad no pudiera actuar de otra manera sin salirse de su estricto plano de neutralidad no acaba de asumirse con claridad entre los ciudadanos, pero, como ya hemos apuntado al principio, es el propio bloqueo político e institucional el que, en el imaginario popular, otorga al Rey unas funciones que no tiene.

Sin embargo, y no deja de ser muy significativo, el sondeo de «NC Report» refleja que las diferencias ideológicas entre quienes se declaran votantes de los partidos constitucionalistas se aminoran a la hora de enfrentar la crisis golpista en Cataluña. Así, a la pregunta de si el Rey debería lanzar un mensaje como el del 3 de octubre de 2017 frente a los rupturistas y los separatistas, responden afirmativamente el 55,2 por ciento de los socialistas, el 72,8 por ciento de los populares, el 92,9 por ciento de los votantes de VOX y el 100 por cien de los que apoyaron a Ciudadanos. Claramente en contra, los de Unidas Podemos, que rechazan la idea en un 88,1 por ciento. Pero, en definitiva, este estado de opinión, que no es posible ocultar, debería hacer reflexionar al candidato del PSOE sobre el rechazo general que produce su eventual acuerdo con los separatistas de ERC; acuerdo en el que, por supuesto, Su Majestad el Rey ni entra ni puede entrar.