Coronavirus

Diccionario Básico de un gobierno millenial

El incombustible “tía” es la palabra favorita de la número dos de la formación morada y la que más utiliza, con arreglo al vídeo en el que se expresa fuera de sus “yo” aparente, desvelándonos su “yo” real.

Personalmente, no me escandalizan las declaraciones de Irene Montero, puesto que no aportan mucho sobre lo que ya sabíamos; por otra parte, la información que nos ofrecen tiene más que ver con el lenguaje y con la estética, y esto de lo que hablo, lo corroboraría con perfecto acento inglés el profesor Higgins de Bernard Shaw.

Ustedes, como yo, estarán mórtimer (1) de las interminables controversias en torno a la fecha del inicio del Estado de Alarma con respecto a la Manifestación del 8 M, pero también coincidirán en una idea: la salida a la luz de las indiscretas declaraciones de la Ministra hacen necesaria una revisión urgente de la fraseología de la mayoría de los españoles, que insólitamente han llegado a ser más viejos que sus gobernantes.

Indiscretas digo, porque soy buena people (2) y añadiría inoportunas, porque la Guardia Civil ya ha constatado en el polémico informe que provocó la destitución del coronel Pérez de los Cobos, que la delegación del Gobierno en Madrid «tenía conciencia del peligro que suponía la celebración de reuniones y manifestaciones antes del Estado de Alarma» y aun así, las autorizó.

Es verdad que el manejo de la crisis sanitario-social por parte del gobierno no parece disparatadamente pro (vocablo extraído de contextos digitales que designa excelencia o buen hacer).

Pero no estamos aquí para juzgar, sino para comprender y para actualizarnos, ya que, no se lo tomen a broma, el fin de la gerontocracia es un hecho. Atrás quedaron los tiempos pretéritos en los que para ser político había que ser varón y casi lucir barba blanca...

Hoy en día podemos presumir de tener en España el gobierno más grande, con más ministras de la historia (cuando digo ministras incluyo, a los ministros) y el más caro, pero sobre todo el gobierno más guay (lo máximo), ¿vale? (muletilla juvenil).

Y llegados a este punto súper fuerte (3) en el que los españoles ya no alcanzamos a entendernos con nuestros gobernantes, porque son más jóvenes que nosotros, considero necesario, ofrecerles un manual de traducción e interpretación del maravilloso argot de Irene Montero. Sepan que yo manejo perfectamente la jerizonga pre y post adolescente, porque tengo varios jovenzuelos en casa y porque hace no demasiados años también fui una chica que desplegaba su ingenua verborrea mientras agitaba la melena.

Lo primero de todo, el incombustible “tía” del que ya se abusaba en mi colegio de monjitas, de uniforme y segregación. Por lo visto, es la palabra favorita de la número dos de la formación morada y la que más utiliza, con arreglo al video en el que se expresa fuera de sus “yo” aparente, desvelándonos su “yo” real. Para los que nunca la han utilizado, sepan que, en su novena acepción, la Real Academia de la lengua considera que este vocablo, además de designar al hermano de uno de los padres de la persona puede utilizarse como apelativo cariñoso para un amigo o compañero.

Periodista: ¿A qué crees que se debe la bajada de cifras?

Irene Montero: Pues tía, creo que al coronavirus [...] No lo voy a decir pues porque no lo voy a decir.

¿Y quien puede decir que esta prosa tan popu (popular) no es cultura?, juvenil sí, pero cultura, hablamos de nuestra Ministra y muy probablemente de su crush (4), nuestro Vicepresidente. A ver, que la peña (5) en la calle, aunque algo más longeva, entiende perfectamente el malro (simplificación de mal rollo o buenro, buen rollo) que debe estar pasando el Ministerio de Igualdad y su protagonista.

Imaginamos que incluso ha podido experimentar un jari (arrechucho inesperado) al salir a la luz sus declaraciones. Enplan (6) ... ¡vale crack! (ahora, crack es un término peyorativo que comparte campo semántico con pringado o motivado).

Supongo que la Ministra se arrepiente mogollón (en el diccionario de la RAE, mucho.) del derroche de sinceridad, tanto es así, que su perfil de Insta (7) se mantiene en el más sepulcral de los silencios .

El PSOE, por su parte, también ha guardado silencio sobre las imágenes y sólo el ministro Ábalos, ha dado su opinión, restando importancia a la confesión. "Hay que contextualizarlo ".

La asesora del Ministerio de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, to’ guay (8) ha afirmado en twitter que no se ataca al 8-M por la epidemia: “No atacan a Irene Montero por ese vídeo, sino por ser mujer.”

O Sea*...

*Tengo que aclarar que la expresión, O sea , se escribe separado y que ya muy lejos de su significado inicial (es decir), su significante se emplea hoy de multi coletilla buenaparatodo, que rellena silencios allí donde la comunicación verbal no alcanza y ha de rendirse ante la otra.

Eso es todo, ha sido un placer ofrecerles diccionario de urgencia transgeneracional. Sepan que los expertos no temen las carencias lingüísticas en nuestros jóvenes mientras continúen comunicándose en otros registros. Dicen que emplear este argot, refuerza su sentimiento de pertenencia y su identidad.

(1) Agotados, exhaustos.

(2) Benigna.

(3) Expresión que utiliza todo cursi que por su juventud o inmadurez no dimensiona bien los fenómenos de la naturaleza y la sociedad.

(4) Flechazo.

(5) La sociedad

(6) Esta expresión es la emperatriz de las muletillas. Se utiliza como si se tomara un puñado de en-planes y se lanzaran al aire para caer de inmediato sobre la conversación, siempre y cuando uno sea millenial o más joven)

(7) Instagram en diminutivo, con gran predicamento entre los que practican el guapi, el loqui y los besis.

(8) Acortamiento de “todo”, pero usado en contextos