Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: Las armas intactas de ETA

Mientras se aplastan las armas de la banda da tiempo a pensar en los presidentes que terminaron con ETA que no han venido, en los flirteos del PSOE con Bildu en el Congreso, en la coalición de gobierno con Podemos y sus legitimaciones de la violencia

El plan es aplastar ante las cámaras un montón de armas de ETA y del Grapo con una apisonadora y así recrear una nueva era. En la cabeza de Pedro Sánchez, funciona. Se supone que España es la apisonadora que apisona. Sobre el asfalto del patio de la Guardia Civil de Valdemoro han dispuesto 1.377 artefactos de la muerte en tres alfombras negras rectangulares. Como un presagio, la máquina pintada de un gris militar está a punto de calarse, pero finalmente echa a rodar y enfila el arsenal. Allá va pintada de gris como un avión de combate obeso, decidida a andar sobre las metralletas con el brío de esos tipos que caminan descalzos sobre las brasas en la noche de San Juan y que, para convencerse, le zurran al suelo con los talones: pom-pom-pom.

La máquina se mueve tan lentamente que, mientras completa el trabajo, se extiende un tiempo que tiende al absurdo en el que a uno le da tiempo a pensar en los presidentes que terminaron con ETA que no han venido, en los flirteos del PSOE con Bildu en el Congreso, en la coalición de gobierno con Podemos y sus legitimaciones de la violencia, en los cinco terroristas que se acercan a la semana a las cárceles del País Vasco -uno se pregunta si empuñaron esta pistola que entra bajo el rodillo o aquel subfusil que está un poco más allá-, y en el numerito de Otegi como adalid de la democracia y hombre de paz en general. Así va la maquinaria monclovita por encima de los gatillos y los cañones de agujeros negros en los que la muerte y el odio hicieron su nido y tarda en terminar la faena un tiempo en el que parte la concurrencia se pregunta qué puñetas hace allí. Al terminar su insólito recorrido, la ‘performance’ ofrece una imagen muy precisa del terrorismo en cuanto la apisonadora ha pasado sobre armas de ETA y las armas de ETA armas siguen allí, intactas.

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