Casa Real

La transparencia de la Corona

Felipe VI ha demostrado, desde el momento en que asumió la jefatura del Estado, su clara e inequívoca voluntad de actuar con absoluta transparencia y ejemplaridad.

La continuidad de la Monarquía, que cuenta con un enorme apoyo popular como reflejan todas las encuestas, se fundamenta, precisamente, en estos principios rectores establecidos por el Rey.

A esto hay que añadir, sin duda, su eficacia al servicio de todos los españoles. La Casa Real publicó ayer su tradicional rendición anual de cuentas donde se reflejan todos los detalles que afectan a su actividad e incluso aspectos tan simpáticos como los regalos que reciben los reyes y sus hijas.

Esta transparencia forma parte de las normas establecidas por Felipe VI tras su discurso de proclamación ante las Cortes Generales. En total recibieron 246 regalos, en su mayoría durante sus viajes de Estado o actos institucionales. La variedad es muy amplia y se trata, como es lógico, de gestos de afecto hacia los reyes y sus hijas de escaso valor económico.

A esto hay que añadir la información extensa y detallada que ya se ofreció de las retribuciones. Es la institución española que la ofrece, en todos los sentidos, más amplia.

La trasparencia es siempre positiva, porque despeja cualquier atisbo de duda permitiendo que todo el mundo pueda acceder a la información.

La página de la Casa de Su Majestad el Rey muestra toda la actividad que realiza la Familia Real y el apartado referido a la transparencia recoge la información institucional y económica, la normativa y cómo ejercer el derecho de acceso a la información.

Es algo que se inserta en lo que hacen los países más avanzados del mundo. Los ciudadanos pueden ver el estado de liquidación del presupuesto a 31 de diciembre de 2020, el informe de la intervención y la auditoria externa anual. Se puede consultar, también, la retribución de los miembros de la Familia Real así como de los altos cargos, que son solo 12 personas, que prestan servicio a la jefatura del Estado.

Es interesante recordar que la dimensión y el coste son inferiores a los de otras monarquías o repúblicas de nuestra importancia y tamaño.

Felipe VI es un monarca de su tiempo, con un conocimiento amplio y profundo de la política nacional e internacional, así como de las cuestiones que interesan y preocupan a los españoles, por lo que ha sabido adaptar la institución a lo que espera la sociedad.