El trípode

El Gobierno «más parlamentario, estable y limpio»

Su intercambio con Feijóo fue surrealista y dejó una rotunda frase del jefe de la oposición: «Si de verdad se cree que representa a la mayoría de la calle, como afirma, convoque elecciones para que hable la gente y lo pueda demostrar»

Ayer en el Congreso, Sánchez calificó su Gobierno como el más «parlamentario, estable y limpio» de la democracia. Junto al de Rodríguez Zapatero. Así lo afirmó en su comparecencia para hablar de la corrupción de su Gobierno, en la que dedicó más tiempo a hablar de Mazón, Mañueco, Moreno, Ayuso, Guardiola, etc., que de su gestión. Atreverse a afirmar que tiene el Gobierno «más parlamentario» desde la aprobación de la Constitución, cuando no tiene mayoría ni en el Congreso ni en el Senado, y está incapacitado para legislar, supera todo lo imaginable y exime de más comentarios al respecto. En cuanto al «más estable», es suficiente con saber que esa estabilidad depende de que Puigdemont y Otegi, entre otros, así lo consideren oportuno. Además de que la estabilidad es una cosa muy distinta de la mera permanencia en el Gobierno sin poder gobernar nada, como es su caso. En cuanto al Gobierno más «limpio», con Ábalos en cabeza y Cerdán y Koldo por detrás, todos investigados por tramas de corrupción con su fiscal general defendiéndoles: pues, «no hay más preguntas, señoría». En la posterior Sesión de Control, su intercambio con Feijóo fue surrealista y dejó una rotunda frase del jefe de la oposición: «Si de verdad se cree que representa a la mayoría de la calle, como afirma, convoque elecciones para que hable la gente y lo pueda demostrar». La jornada parlamentaria del día en el Congreso también dio para que la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, literalmente calificara a Sánchez como «cínico e hipócrita» y que le recordara que él «perdió las elecciones y si está en el Gobierno es gracias a Junts, y no lo hace Feijóo». La situación a la que el sanchismo está sometiendo a España con su absoluta incapacidad de gobernar –que no es simplemente «estar» en el Gobierno– ante su total voluntad de atrincherarse en La Moncloa, tuvo ayer su reflejo en el Congreso con ese irrespirable clima político expuesto. También en el Tribunal Supremo con el fiscal general del Estado sentado en el banquillo de los acusados. Que Sánchez y sus socios pretendan seguir de esta manera hasta 2027 es inaceptable, si el interés general del Estado fuese la prioridad del Gobierno, como es su deber, para un gobierno de la Nación digno de tal nombre. Un ejemplo muy representativo de ese clima político y del Frente Popular gubernamental también lo aportó la intervención de la portavoz Verónica Barbero, del grupo «plurinacional progresista» (es decir, comunista) Sumar, al calificar de «coalición del terror» al PP y Vox. De terror, su antecesor Frente Popular tiene sobrada experiencia acreditada en la verdadera memoria histórica.